Commodities

Maíz: el clima gana protagonismo para el maíz


El comportamiento del mercado del cereal continúa siendo muy volátil, luego de las fuertes subas de la semana anterior que en la presente se tomaron un respiro.

También la evolución de los mercados externos relacionados tuvo impacto en los precios de los commodities agrícolas.

La firmeza del dólar y la caída del petróleo en algunas jornadas de la semana presionaron las cotizaciones del cereal por la preocupación de la marcha de la economía global.

Igualmente el mercado de maíz no pudo estar ajeno a la evolución del clima, a los pronósticos climáticos y a la condición de los cultivos.

Según el informe semanal del USDA sobre el avance de los cultivos, el maíz mostró un deterioro en la categoría de bueno a excelente, pasando del 69% de la semana previa al 66% de la presente.

El deterioro en el panorama de la siembra de maíz representa el mayor declive semanal en tres años debido al incremento de las temperaturas en las regiones productoras claves, lo que afectó el desarrollo de los cultivos que fueron sembrados tardíamente.

Se esperaba que el reporte mostrara que un 68 por ciento de la cosecha de maíz fue considerada de buena a excelente, en base al promedio de las estimaciones de diez analistas.

En los últimos diez años, un 65 por ciento de la cosecha ha sido calificada de buena a excelente, en promedio, para esta época del año.

A mediados de julio del año pasado, el USDA consideró un 72 por ciento de la cosecha de maíz de buena a excelente.

Según los analistas el clima cálido comenzó a afectar las cosechas que fueron sembradas tardíamente que no tenían la humedad previa adecuada a las presentes condiciones.

Una gran proporción de la cosecha de maíz no logró tener acceso al nitrógeno que los agricultores aplicaron en los campos y las condiciones acusan el impacto durante la etapa crítica de floración.

Al domingo tan solo el 35% está en la etapa de polinización frente al 62% del año pasado a la misma fecha y al 47% del promedio de los últimos cinco años.

El lento avance de las etapas reproductivas no hace más que confirmar el retraso que registraron las siembras del cereal, haciéndolo más vulnerable a las altas temperaturas de las próximas semanas.

La continuidad de las altas temperaturas en áreas del sur y la expansión del clima cálido en la mayor parte del cordón maicero durante la semana aumentó la preocupación sobre la potencialidad del rendimiento de las plantas.

Son varios los factores que en forma combinada determinan los rendimientos: la temperatura y las precipitaciones durante el mes de julio son los más importantes.

Los modelos para determinar rindes confirman el fuerte impacto que tiene el clima durante julio sobre los rendimientos. Las condiciones climáticas mayormente favorables durante julio en el cordón maicero consisten en temperaturas levemente debajo del promedio y precipitaciones hasta un 25% por arriba del promedio.

Las condiciones mencionadas son las experimentadas durante el 2009 cuando se alcanzaron los rindes promedio máximos históricos del maíz en Estados Unidos. Igualmente, las condiciones favorables sobre la mayoría de las áreas son históricamente excepcionales.

Para el 2011 las condiciones climáticas de lo que va de julio y anteriormente estuvieron lejos de lo ideal en la mayoría de las áreas.

Los pronósticos indican temperaturas más moderadas para las próximas semanas aunque el promedio de julio está por arriba desde 1960, así como las precipitaciones estuvieron por debajo de lo normal en los principales estados productores.

El impacto del clima sobre los cultivos se traduce en los informes semanales del ranking de las condiciones, siendo el que resta de julio y los de agosto importantes indicadores para el mercado.

Estos ayudaran a proyectar más cerca de la realidad las próximas cifras de producción. El informe de agosto del USDA forma una importante base para los resultados finales, más aún cuando existe la posibilidad de ajustes en las estimaciones del área sembrada.

La importancia del área sembrada, de los rindes y de la cosecha mayormente radica en el balance ajustado que continua mostrando el cereal estadounidense a partir de la firmeza de la demanda.

El USDA proyecta un récord de consumo de maíz, con nuevos ajustes en los stocks.

Los altos precios del ganado y del etanol, con perspectivas de demanda externa por parte de China, continúan siendo elementos de firmeza de las cotizaciones.

La gran demanda y los bajos stocks incrementan la importancia del tamaño de la cosecha, que depende mayormente del clima.

La evolución del mismo en las próximas semanas determinara el comportamiento de los precios del maíz ya que el “ weather market ” todavía no pasó.

A diferencia de la soja, el maíz está en el periodo de floración, por lo que su evolución de precios depende más del clima actual y de los pronósticos de corto plazo y menos de los de largo.

Los pronósticos no son claros y se genera una prima climática en las cotizaciones de Chicago. Los futuros operan sin una tendencia definida, con ingresos y egresos de fondos al mercado que generan la volatilidad que se registró durante la semana.

El cereal local tiene bajos precios

La semana mostró cambios en los precios conocidos del maíz, tanto para los negocios con entrega más cercana como los anticipados de la próxima cosecha.

La exportación para el cereal con entrega a partir de setiembre apareció el martes pagando u$s 175, valor que resultó atractivo para los vendedores ya que se relevaron operaciones por unas 30.000 tn en el recinto de la BCR.

El mismo precio fue ofrecido para entrega marzo/ abril y fueron muchos los vendedores que los aceptaron al considerarlo atractivo para comenzar a cerrar márgenes de sus próximas siembras.

Los precios señalados al inicio de la semana mostraron cambios bajistas con el transcurso de las jornadas, con el impacto consecuente en un menor volumen de negocios.

Para el maíz con entrega en diciembre el último precio ofrecido fue de u$s 172 por parte de varios exportadores mientras que para entrega marzo/abril fue de u$s 170.

La actividad del sector exportador sobre la mercadería física denota la posibilidad de seguir comprando a niveles de precios que son competitivos frente a los valores teóricos que debería pagar de tener una liberalización total de las exportaciones.

La existencia del cupo de exportación limita las ventas al exterior y los precios que los compradores pagan en el mercado por la incertidumbre sobre la efectiva exportación posterior.

Así el sector está pagando precios cercanos a los u$s 175 para entrega en setiembre cuando el valor teórico a partir del precio FOB del maíz con entrega para dicho mes es de u$s 227.

La diferencia entre ambos valores muestra que los exportadores encuentran oferta en el mercado sin la necesidad de pagar más para hacerse de la mercadería.

Se estiman autorizaciones de exportación de maíz de la presente campaña por 10,3 millones de tn frente a compras declaradas por 11,95 millones de tn.

En las últimas semanas se muestra un incremento de las compras que supera a las ventas autorizadas, para ampliar la diferencia entre ambos conceptos.

Igualmente en el gráfico de la tapa se muestra que el ritmo de ventas de los productores es menor al año pasado a la misma fecha.

A mediados de julio se estima ingresado al circuito comercial el 60% de la producción de maíz estimada en 21,7 millones de tn.

La producción utilizada para el cálculo es la estimada por el Ministerio de Agricultura.

Esta semana el organismo oficial publicó su informe mensual con ajustes en las cifras que muestra de la cosecha y de la demanda.

La producción pasó de 21,60 millones a 21,70 millones, diferencia que fue absorbida en el cuadro que publica sobre la demanda por la producción animal que pasó de 6 a 6,1 millones, mientras que dejó sin cambios la estimación de los stocks.

Los stocks finales de la campaña 2010/11 en niveles de 4,35 millones de tn son significativamente superiores a los registrados en años anteriores y cabe la posibilidad de continuar exportando.

Con los datos mostrados tarde o temprano debería abrirse un mayor cupo de exportación ya que, de no hacerlo, los precios locales podrían continuar con bajos niveles que solo aprovechan los compradores del cereal.

Los precios del maíz en Argentina no pudieron reflejar la misma magnitud de la suba externa por la limitación de exportación, sin embargo los productores se encuentra con mejores precios respecto del año pasado a la misma fecha.

La diferencia también se refleja en los negocios que anticipadamente a la próxima cosecha pueden celebrar.

La exportación paga u$s 170 frente a los u$s 120 del año pasado, y los productores que comenzaron a planificar su próxima cosecha gruesa ven con buenos ojos una expansión en el área de maíz aun cuando el contexto del mercado tiene limitaciones frente a su principal competidor, la soja.