Commodities

Maíz: sólidos fundamentals dan sosten a los precios


La primera semana de agosto evidenció un comportamiento alcista para el cereal, en un mercado que continuó exhibiendo una importante volatilidad. Al igual que durante el transcurso del mes de julio, el clima fue el principal determinante de los incesantes vaivenes en las cotizaciones, pese a que buena parte de los estímulos adversos fueron consecuencia de la agitada semana que se experimentó en materia financiera.

En las últimas jornadas ha crecido el temor entre los analistas de que el agobiante calor que sufrieron las regiones maiceras termine redundando en una caída de los rendimientos. Tal es así que los datos dados a conocer el lunes sobre el estado de los cultivos en Estados Unidos lejos estuvieron de convencer a los participantes del mercado. En esa ocasión, el USDA dejó inalterada la proporción de maíz en estado bueno o excelente, situándola nuevamente en un 62%, cuando el grueso de los entendidos apostaba por un recorte. Esta publicación lejos estuvo de tranquilizar al mercado, ya que hacia el martes un aluvión comprador llevó a las posiciones más cercanas de la curva de futuros a su máximo nivel de suba admitido.

De contarse con una situación de oferta más holgada, cabría esperar respuestas menos vehementes de los operadores ante la llegada al mercado de nuevos rumores y fundamentals. La manifestación más explícita del errático comportamiento de los precios ha sido el devenir observado en los últimos días: subas acumuladas que llegaron al 7% entre lunes y martes, mientras que en los días subsiguientes los pronósticos de clima menos caluroso -sumado al paralelo fortalecimiento del dólar- contribuyeron a deprimir los precios. En el agregado de la semana, se observó un movimiento alcista que alcanzó el 5,15%. Con este avance, el maíz se convirtió en el producto agrícola de mejor desempeño en Chicago.

Las altas temperaturas que soportaron los cultivos del cinturón maicero durante julio, mes que en el Estado de Iowa fue el más caluroso de los últimos 56 años, han introducido mucho nerviosismo entre los analistas del mercado. Con las actuales evidencias, la posibilidad de que se produzcan déficits en la producción norteamericana -hecho que imposibilitaría relajar la ajustada situación que experimentan las existencias globales- es un escenario que pocos se atreverían a descartar.

La última proyección del USDA para la producción norteamericana de maíz, correspondiente al mes de julio, fue de 342,15 millones de toneladas, con rindes promedio nacionales en torno a 99,6 qq/ ha. Sin embargo, en la actualidad, el consenso mayoritario de los analistas se sitúa por debajo de esa estimación. La ola de calor que atravesaron las regiones productoras en el último tiempo ha sido, naturalmente, incorporada a la acción del precio: los mismos han verificado una expansión superior al 11% desde la publicación del último informe del organismo.

En sintonía con el ánimo pesimista en materia productiva, el día jueves la consultora Informa Economics expresó que espera una producción de 339,17 millones de toneladas aunque, vale aclarar, muchos entienden que sigue tratándose de una visión muy optimista. Sin ir más lejos, un extenso grupo de analistas entiende que los rindes podrían ser aún menores, situando sus estimaciones en valores próximos a 95,40 qq/ha. El próximo veredicto estará en manos del mencionado organismo gubernamental, puesto que el próximo jueves dará a conocer su tradicional informe de Oferta y Demanda, conteniendo las primeras estimaciones de rendimientos realizadas a campo.

Parte de las bajas que se observaron en la segunda mitad de la semana estuvieron explicadas en el pobre desempeño exportador de los Estados Unidos. En horas de la mañana local del jueves, el USDA señaló que las ventas externas del cereal habían alcanzado la decepcionante cifra de 758.600 toneladas, cuando el mercado había descontado que las mismas oscilarían entre 850.000 y 1.100.000. La cifra reportada fue la más baja de las últimas seis semanas.

No obstante, nuevamente hemos estado en presencia de un mercado afectado por el ánimo inversor. Tal es así que pasado el mediodía del jueves, al conocerse datos que introdujeron temor sobre las perspectivas de crecimiento mundial, se notó un impacto notorio sobre todas las commodities agrícolas cotizantes en el mercado de Chicago, aunque el maíz fue el que logró resistir mejor por lo delicada que es su situación.

Las acentuadas caídas en el precio del petróleo, producto que durante la semana perdió nada menos que un 9,4%, si bien ejercieron una clara presión, tampoco lograron llevar al maíz al terreno negativo en el agregado de la semana. Por lo tanto, vemos que el mercado cuenta con importantes factores de sostén para los precios, aunque la atención se concentra ahora en la información que dé a conocer el USDA el jueves próximo.

Cupo adicional de 600.000 tn para esta campaña de maíz

Hasta el 27 de julio, los exportadores tenían adquiridas 12,35 millones de toneladas de maíz. Si bien tendrían más o menos cubierto el cupo acumulado de exportación que el Gobierno nacional ha ido liberando, en sus cálculos entra la posibilidad de un volumen mayor de exportación.

En una reunión de la mesa de maíz, el secretario de Comercio Interior habría comunicado a los exportadores que se liberaron 600.000 toneladas más del cereal. Como ha habido comunicaciones informales y trascendidos de prensa varios, se estima que el cupo liberado en total asciende a 11,6 millones de toneladas (en junio se había hablado de 1 millón de toneladas, pero sin mayores precisiones).

De todas maneras, la realidad es que la exportación está holgadamente comprada en este cereal.

De allí que ha habido poca actividad en la plaza local, con dos a tres participantes por la compra por día para todo lo que es cosecha presente; el resto se ha mostrado ausente.

Los valores por el maíz con entrega en septiembre se mantuvieron cerca de los US$ 170 de la semana pasada en las primeras jornadas, para descender a US$ 165 / 168 este miércoles. Los dos últimos días se escucharon valores de US$ 165, con posibilidad de que haya habido mejoras hasta los US$ 168 el día viernes ante un evidente mayor interés por parte de los compradores.

No todos los días hubo negocios por la cosecha nueva de maíz. Recién hubo valores de US$ 175/177 para el pago y la entrega en marzo/abril al promediar la semana, para caer a US$ 173, a tenor con lo que ocurría en el mercado referente de Chicago. Hubo dos días en los que se conocieron forwards julio’2012, mes para el cual se pagaron US$ 175 la tonelada.

Estos valores muestran un importante descuento respecto de los precios teóricos que surge de deducir gastos de exportación y comercialización de los precios FOB.

El precio FOB oficial pasó de US$ 300 el viernes pasado a US$ 308 el martes y miércoles, para quedar en US$ 305 este viernes. Con este precio, el FAS teórico para la presente campaña equivaldría a 231 dólares por tonelada. Esto es muy contrastante con valores de ajuste de Sep2011 en los mercados de futuros, que se ubicaron este viernes en US$ 168 la tonelada.

El FAS teórico que surge del FOB para embarques de cosecha futura equivalía a US$ 223 / 224 la tn, también con una gran brecha frente a los US$ 173 de los forwards .

La cuestión es que el sector exportador, tal como se mencionó más arriba, se encuentra en una posición comercial muy holgada y sin certezas respecto de futuras liberaciones de cupo de ventas externas.

¿Cuánto maíz queda en mano de los oferentes de maíz? Si a las compras declaradas por la exportación le sumamos el volumen que pueden tener comprado y/o utilizado las distintas industrias domésticas del cereal y los consumeros, y se lo deducimos de la oferta total tendríamos aún disponible para la comercialización 7,5 millones de toneladas.

De esos 7,5 millones de toneladas, cerca de 4 millones de toneladas serían para consumo interno, por lo que quedarían 3,5 millones de toneladas disponibles.

Pese a las caídas producidas sobre el final de la semana en el mercado de Chicago, la realidad es que el panorama se presenta favorable para Argentina como proveedor del mundo en este cereal.

De acuerdo con el último informe de GEA - Guía Estratégica para el Agro, que cubre la evolución de los cultivos para la zona núcleo, la intención de siembra es muy superior al año pasado.

“La precampaña de maíz por el momento está aquietada... por lo que deberá seguirse su evolución para definir si el área de intención de siembra alcanzará los aumentos cercanos al 20%...” Se notaba que había un enfriamiento en el mercado de insumos de pre-campaña, particularmente semillas. De todos modos, las bolsas de semilla vendidas superan a las de la campaña anterior para igual fecha.

El aumento de superficie se vio favorecido por los buenos resultados de la última cosecha, y por la intención de mantener un porcentaje mínimo de superficie cubierta con gramíneas en la rotación, sobre todo a partir de la caída en la superficie sembrada con trigo en la actual campaña.