Finanzas

Merval: llegó la corrección

Leandro Fisanotti

Comprobando el adagio frecuentemente oído de la boca de veteranos inversores, el Merval demostró nuevamente que los árboles no crecen hasta el cielo. Tras una racha alcista que se extendió por once semanas consecutivas, el nerviosismo ganó entre los operadores y se disparó una toma de ganancias, que llevó a terreno negativo el mercado local.

En lo que hace al contexto internacional, la semana que concluye estuvo cargada de noticias y eventos que impactaron sobre el ánimo inversor. Antes de comenzar un extendido receso por los festejos correspondientes al año nuevo, desde China se dieron a conocer algunos indicadores relevantes, que resultaron alentadores. En este sentido nos referimos al hecho de una desaceleración en la evolución alcista del índice de precios al consumidor – que había despertado preocupaciones tras el anterior reporte – y una mejora en el saldo de la balanza comercial. De este modo, la bolsa de Shanghai cerró la semana en un tibio positivo de 0,55% por encima del viernes pasado y permanecerá sin actividad hasta la última rueda de la semana entrante.

El final de la semana también trajo buenas noticias para los mercados europeos. Tras una extensa reunión, el Consejo Europeo logró consenso en una propuesta presupuestaria para lo que resta de la década, la cual podrá ser remitida al Parlamento. Pese a esto, las subas no alcanzaron a revertir las caídas de las primeras ruedas de la semana, cuando la cautela de los inversores ante la delicada situación institucional que se vive en España (por las denuncias de corrupción que alcanzaron las más altas esferas de dirección política del país) y dudas respecto al rumbo que tomará la campaña electoral en Italia.

En ambos casos, el riesgo político comenzó a pesar sobre el rendimiento de la deuda soberana y vuelve a ser un factor a monitorear, aunque las tasas de los bonos italianos e ibéricos aún se encuentran lejos de los críticos niveles alcanzados durante el año pasado.

En este complejo escenario, los principales mercados europeos finalizaron la semana con bajas de hasta el 4%.

En lo que hace al valor del euro – que suscitó controversias entre referentes de Francia y Alemania en los últimos días – la semana deja una leve corrección que resta presión sobre las autoridades monetarias. La semana pasada, la moneda comunitaria había alcanzado su máximo valor en 14 meses.

Desde el BCE, Mario Draghi – tras anunciar que la tasa de interés de referencia se mantendría sin cambios – hizo referencia al tipo de cambio indicando que se interpreta como una renovada confianza en la moneda, sin dejar en claro si habría vocación de intervención por parte de la autoridad monetaria. No son pocas las voces que señalan que el fortalecimiento de la divisa europea podría poner trabas a la recuperación de sus alicaídas economías.

Cruzando el Atlántico, Wall Street cerraba la semana con resultados mixtos en tanto que la bolsa brasilera, a horas de comenzar los festejos de carnaval, concluía una semana negativa. El mercado paulista se vio presionado por la fuerte caída experimentada por Petrobras y por apreciación del real frente al dólar.

Los resultados correspondientes al ejercicio 2012 de la petrolera carioca decepcionaron a los inversores. La empresa obtuvo beneficios por 10.617 millones de dólares durante 2012, un 36% menos que el año anterior. Esta noticia actuó como catalizador de órdenes de venta y hundió la cotización de las acciones en los distintos mercados donde se negocian.

Pasando al mercado local, tras once semanas subas en el Merval se dio una esperable toma de ganancias que llevó al   índice a retroceder un 7,1% respecto al cierre del viernes pasado. Además, al ceder la presión alcista sobre el dólar paralelo, los distintos activos acompañaron la baja, reforzando la caída.

Entre los papeles que componen el lote de acciones más operadas de la bolsa porteña primaron los resultados negativos. La mayor baja estuvo en Petrobras, que cedió un 14,3%, en línea con las cotizaciones en San Pablo y New York.

Edenor y Pampa Energía también retrocedieron posiciones, cayendo 10,6% y 11,2%. Las empresas eléctricas – y las autoridades nacionales de la cartera - enfrentan, sin que resulte una sorpresa, una encrucijada. Las expectativas del sindicato liderado por Lescano superan ampliamente lo que las empresas pueden afrontar sin recibir un ajuste en las tarifas o un incremento en los subsidios.

Las mayores bajas se completan con Siderar (-10,3%), Aluar (-8,5) y Tenaris (-8%).

En terreno positivo solamente terminaron las acciones de Petrobras Argentina, que subió un 7,5% en la semana. La filial local de la petrolera mantiene una estrategia tendiente a reducir su participación en el mercado argentino (que comenzó a materializarse en esta nueva etapa con la venta de su participación en la controlante de Edesur) y se espera que este proceso se acelere. En la próxima asamblea de accionistas se decidirá el destino de las partidas correspondientes a Reserva Facultativa para Inversiones y Reserva para Futuros Dividendos. Se trata de una suma de 5.470 millones de pesos que podrían resultar fondos frescos para los tenedores de acciones.

En títulos públicos, los bonos en dólares mantuvieron su cotización a pesar del retroceso que experimentó el billete verde en el mercado paralelo (un 3% en la semana, según informes de mercado).

Los cupones vinculados al PBI, en tanto, siguen sufriendo una fuerte presión vendedora y cayeron un 6,7% en el caso de los TVPP. Los expresados en dólares, TVPA y TVPY, retrocedieron 6,2% y 3,4% respectivamente; en tanto que los TVPE – en euros – experimentaron una baja del 4,7%. Estas cotizaciones dejan entrever perspectivas negativas de los inversores en lo que respecta a la evolución de la economía argentina en el futuro próximo. Según informes recientes, estos derivados no dispararían pagos por este año – por el crecimiento de 2012, lo cual está ya descontado – ni el que viene por la evolución de la actividad en el año en curso.