Economía

Recuerdos de un viaje

Rogelio Pontón

En 1968 alumnos y egresados de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Rosario emprendimos un viaje a Europa, organizado por el grupo OVECE. Visitamos muchos de los países europeos pero, en esta oportunidad, quiero recordar la visita que hicimos a Alemania, en ese entonces Occidental y Oriental.

Después de la segunda guerra mundial el país había quedado dividido en dos: la mayor parte constituía Alemania Occidental, y estaba bajo la órbita de Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Alemania Oriental estaba bajo la órbita soviética.

Desde comienzos de la segunda postguerra Alemania Occidental, mucho más desarrollada industrialmente, siguió con la política imperante en los años del nazismo que se caracterizó por la llamada 'inflación reprimida'.   La Alemania Oriental permaneció hasta 1989 bajo el poderío soviético.

Desde 1934 hasta 1945 Alemania tuvo una economía intervenida donde los controles de precios reprimían toda manifestación inflacionaria. El nivel de precios aumentaba muy poco pero ello ocurría porque se estaba ante una típica inflación reprimida con precios máximos de cumplimiento riguroso. La emisión monetaria estaba a la orden del día al mismo tiempo que los recursos y factores se transferían desde la industria de bienes de consumo a la industria armamentística. Como punto de referencia digamos que lo gastos del presupuesto de Alemania pasaron (en miles de millones de Reichsmarks) de 31,8 en 1938/39, con un déficit de 3, a 171,3 en el período 1944 al 7 de marzo de 1945, con un déficit de 81,6. De este total los gastos de defensa pasaron de 18,4 en la primera fecha a 128,4 en la última. El endeudamiento del país pasó de 30,9 a 387,9. Casi todo este endeudamiento era doméstico.

Tan cuantiosos déficits dieron lugar a una emisión creciente de billetes del Reichsbank. El circulante pasó de 3.520 millones de Reichsmarks al 31 de marzo de 1933 a 56.500 millones al 31 de marzo de 1945. Al término de la guerra había llegado a una cifra estimada entre 65.000/70.000 millones (todos estos datos están extraídos de la obra de Hans Sennholz, "Age of Inflation", 1979).

La guerra significó un mayor afianzamiento de la intervención policíaca del Estado al mismo tiempo que, especialmente a partir de 1943, la pérdida de vidas humanas y de bienes a raíz del bombardeo aéreo de las fuerzas aliadas, fue convirtiendo la economía en un verdadero caos.

Terminada la guerra las potencias de ocupación en el lado occidental (EE.UU., Inglaterra y Francia) mantuvieron los controles de precios hasta mediados de 1948. La producción llegaba en esta última fecha a sólo un 30% de lo que había sido en la preguerra. No había bienes de consumo y la moneda, que existía en abundancia, no servía para comprar esos bienes. La población era remisa a trabajar y si lo hacía era para recibir como paga algún otro bien que le pudiese servir para el intercambio. El Reichsmark era inservible.

El 20 de junio de 1948 se aplicó un fuerte plan de punción monetaria (el Plan Dodge) por el cual se sustituyó la moneda existente (el Reichsmark) por el nuevo Deutschemark en una relación de 10 a 1, es decir que la punción fue de 90%.

En los días siguientes Ludwig Erhard eliminó la mayor parte de los controles de precios y se produjo lo que es conocido como el milagro económico alemán.

La Unión Soviética respondió a las medidas tomadas en la Alemania Occidental cortando el corredor que unía este territorio (Alemania Occidental) con la ciudad de Berlín y durante cerca de un año los bienes esenciales para la zona occidental de Berlín fueron transportados a través de un corredor aéreo. Recordemos que de la misma manera que existían dos alemanias, occidental y oriental, existían dos berlines, occidental y oriental.

En los años siguientes la diferencia entre las dos alemanias se fue haciendo cada vez mayor. Antes de 1961, y especialmente en Berlín, pobladores del lado oriental se pasaban al lado occidental, buscando mayor nivel de vida pero, fundamentalmente, libertad.

En 1961, y en pocas horas, los soviéticos levantaron el famoso muro de Berlín. Este muro cruzó y dividió la ciudad en dos. Desde ese momento, solo algunos temerarios, haciendo pozos de un lado hacia el otro, pudieron abandonar Berlín Oriental y muchos perdieron la vida.

Del territorio de Alemania Oriental algunos, también temerarios, se pasaron al lado occidental utilizando globos aerostáticos.

En 1968 cruzamos desde Alemania Occidental, por el llamado corredor a Berlín, a esta ciudad y para el ingreso tuvimos que pasar por distintas vallas. Y estando en Berlín Occidental, un sábado a la mañana, pasamos a Berlín Oriental.

Era el día y la noche. Poco se había reconstruido de la parte histórica de la ciudad de Berlín. No había prácticamente vehículos y lo peor: no había prácticamente gente en la calle.

Preguntamos al guía del gobierno de Berlín Oriental cual era su opinión sobre esto y nos contestó: 'Hace tiempo que quiero escaparme, pero es difícil'.

Pocos días después emprendimos el viaje hacia la ciudad de Praga y en el camino pasamos por la ciudad de Dresden (bombardeada en febrero de 1945). Habían pasado 23 años de aquel fatídico bombardeo. Muchos edificios seguían quemados y pocos se habían reconstruidos. En el 2011 volvimos a Berlín y no pude distinguir cual había sido el lado oriental y el lado occidental, y el primero, más histórico, se había reconstruido totalmente y era más bello. Luego pasamos por Dresden. Ha recuperado su antigua gloria y esplendor. Dos situaciones distintas. Dos regímenes políticos distintos.