Economía

Resorte y Péndulo

Rogelio Pontón

En marzo de 1960 el distinguido economista alemán Wilhelm Röpke, 'Padre Espiritual del Milagro Económico' de su país, visitó la República Argentina. En una de sus conferencias mostró con sencillez y profundidad que un orden económico sano requiere de dos elementos fundamentales: equilibrio e impulso. Hizo el símil con los antiguos relojes que constaban de dos piezas claves: el péndulo (que da el equilibrio) y el resorte (que da el impulso). En este Semanario mostraremos que la base del desarrollo económico de las naciones radica en el incremento de la productividad y el comercio (el resorte), pero la economía también requiere de equilibrio (el péndulo) y es por eso que también mostraremos, utilizando algunos fórmulas macroeconómicas, como influyen las cuentas fiscales internas   y del ahorro e inversión privado sobre las cuentas externas.

  La ciencia económica debe verse como un todo, donde los distintos componentes se equilibran entre sí. El desarrollo de la economía, que tiene que ver con la productividad de los distintos factores (resorte del reloj), debe armonizarse con la función del péndulo, que es la del equilibrio. Ambos aspectos son necesarios.

  Toda acción económica requiere el uso de los factores productivos: capital y mano de obra. Habrá mayor productividad si la mano de obra es acompañada de más capital, siguiendo la ley de los rendimientos decrecientes. Si un trabajador no tiene bienes de capital su productividad será menor que la de aquel que los tiene. Comparemos por ejemplo la productividad del agricultor en la India y en EE.UU. La productividad de este último es mucho mayor dado que tiene a su disposición más bienes de capital que el hindú. Uno de los datos estadísticos más interesantes es el de ranking de capital per cápita en las distintas industrias y actividades, dato que lamentablemente no se publica en nuestro país.

  ¿A qué se debe esa mayor producción? Simplemente a la mayor dotación de capital que el productor tiene o a la mejor coordinación en el uso de los factores, tarea esta última que es responsabilidad del empresario (la ley de rendimientos decrecientes debe analizarse desde ambos costados: la productividad de la mano de obra y la productividad del capital. Entre ambos factores tiene que existir 'armonía'. Ver para esto el libro de Milton Friedman, "Teoría de Precios").

  Esa mayor productividad no responde a que el gobierno estadounidense o sus sindicatos, ni aún los productores de EE.UU. sean mejores que el gobierno, los sindicatos o productores de la India, o que trabajen más o con más sacrificio. Es cierto que el mayor nivel de vida y, por lo tanto, la mayor educación en EE.UU. que en la India coadyuva a aumentar esa productividad, pero la clave está en la relación capital per cápita o en la mejor coordinación de los factores.

  Al referirnos a una mayor dotación de capital estamos simplificando una cuestión muy compleja: ¿es el capital una mera cuestión cuantitativa? Si así fuera, probablemente podría ser objeto de la crítica de los 'neoricardianos' a través de la paradoja de la 'readopción de técnicas'. El capital debe ser mirado no sólo cuantitativamente sino también cualitativamente. Cuando hablamos de capital no nos estamos refiriendo exclusivamente a las máquinas, instalaciones, represas hidroeléctricas, computadoras, stocks de materias primas y mercaderías, sino también a la formación que ha adquirido el trabajador. Es por ello que se distingue hoy entre capital humano y no humano. El capital humano tiene que ver con la instrucción, cultura, valores sociales, experiencia laboral, etc. etc. Un país con mejor nivel de educación tiene grandes ventajas con respecto a aquel país que no tiene un buen sistema educativo.

  Ahora cabe hacerse otra pregunta: ¿cómo se forma el capital, humano o no humano? A través del ahorro. Este último concepto significa 'no consumo'. En la obra «Introducción a la Economía Política»(1937), de Röpke hay una nota sobre la formación del capital. Dice en pocas palabras lo siguiente: se pueden distinguir dos tipos de economía, la natural y la monetaria. En la primera no existe la moneda. En ese caso el ahorro es igual a la inversión. Por ejemplo: si no consumimos los terneros -ahorro-, se incrementa el rodeo y aumenta el capital.

  En una economía monetaria la relación entre el ahorro y la inversión no es tan directa, se hace a través de la moneda. Unos son los que ahorran y otros son los que invierten. La formación del capital en esta última economía se realiza a través de las siguientes vías: a) el sistema financiero, en donde el ahorro de algunos -a través de la intermediación bancaria- permite la inversión de aquellos que necesitan el dinero. b) a través del mercado de capitales. La función de las bolsas cumple a este respecto un papel fundamental. Las empresas buscan financiar sus inversiones colocando acciones u obligaciones, las que movilizan el ahorro de otras personas u empresas. c) a través de las compañías de seguros o de los fondos de inversión y de pensión. d) a través de la autofinanciación de la empresas mediante las amortizaciones, constitución de reservas y de utilidades no distribuidas. e) utilizando el ahorro externo, pero recordemos que éste se ha formado en los países extranjeros siguiendo algunas de las vías anteriores. A los párrafos anteriores hay que agregar que también el capital humano surge del ahorro, fundamentalmente del ahorro de 'tiempo'. La juventud tiene más tiempo libre que los adultos, pero ese tiempo no es 'infinito', de ahí que debe ahorrarlo para convertirlo en más aprendizaje y educación.

  Cabe ahora una nueva pregunta: ¿cómo hacer para que ese ahorro no se deteriore? La única forma es que aquel medio que ligue el presente y el futuro sea estable, de ahí la importancia que tiene una moneda sana. Recordemos que la moneda, entre sus funciones, tiene la de ser acumuladora de valor en el tiempo.

  Nos hemos referido a la importancia que tiene el capital pero también hemos hecho una ligera referencia a la actuación del empresario. Este es el que coordina los factores productivos, mano de obra y capital, y si es eficiente en esa coordinación logra beneficios. Son estos la principal fuente en la formación del ahorro y del capital. Es por ello que los beneficios sirven para incrementar la productividad, el empleo y los salarios. Las sociedades que crecen lo hacen porque sus empresas tienen beneficios, si así no fuera no habría crecimiento.

  Ahora vamos a concentrarnos en el segundo elemento fundamental de todo orden económico sano, tal como nos lo recordara Röpke, y que es el equilibrio (el péndulo del reloj). Mostraremos que relación importante hay entre el ahorro y las cuentas externas a través de las ecuaciones macroeconómicas.  

  Partimos de la identidad macroeconómica básica

  Y = C + I + G + X - M      (*)

donde

Y = Producto, I = Inversión, C = Consumo, G = Gasto Público, X = Exportaciones de bienes y servicios, y M = Importaciones de bienes y servicios.

Dado que C + I + G = absorción o gasto domestico (E) y reemplazando en (*), tenemos:

Y = E + X - M

  Un déficit de cuenta corriente (financiado con ingreso de capitales) es el resultado de un exceso del gasto doméstico sobre el producto:

E   > Y = M > X

Restando a ambos lados de (*) los impuestos (T), y reordenando, tenemos:

Y - T - C - I = G - T + X - M

Dado que el ingreso disponible (Y - T) menos el consumo es igual al ahorro del sector privado (S):

S - I = G - T + X - M

Reordenando nos queda:

(M - X) = (I - S) + (G - T)

Un déficit de cuenta corriente (M > X) será el resultado de un exceso de inversión privada sobre el ahorro privado (I > S) y/o un exceso de gasto público sobre los ingresos (G > T).

Como se puede ver la economía debe mantenerse en equilibrio.

Un aumento del ahorro implicará una mejora de la balanza de cuentas corrientes. Para lograr esto es fundamental el control del déficit del sector público, control que solo se puede lograr bajando el gasto. Un economista argentino, el Dr. Federico Pinedo, enseñaba que la balanza de pagos no debía ser preocupación de los gobiernos: 'Cuídese que no haya déficit presupuestario y la balanza de pagos se cuida sola'.