Los contratos de trigo anotaron pérdidas, presionados por la débil demanda de exportación del cereal estadounidense y la fuerte competencia de exportación de los proveedores de la región del Mar Negro. No obstante, la debilidad del dólar limitó las pérdidas. Asimismo, cabe destacar que los precios de exportación del trigo ruso subieron la semana pasada, ayudados por la continua caída de los envíos debido al mal tiempo en los puertos.

El maíz finalizó a la baja, debido a ventas técnicas y a las preocupaciones sobre la demanda por los abundantes suministros estadounidenses de la nueva campaña. Sin embargo, y al igual que para el trigo, la debilidad del dólar puso un piso a las caídas.

Los futuros de soja culminaron en terreno mixto, aunque prácticamente estables en relación con la rueda previa. Algunos contratos encontraron cierto apoyo en las condiciones calurosas de Brasil, donde se conoció que la siembra 2023/24 había alcanzado el 74% de la superficie prevista hasta el jueves, el progreso más lento para el mismo período en ocho años. Mientras tanto, la lenta demanda estadounidense y ventas técnicas presionaron los contratos de más largo plazo.

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