Cierre del Mercado de Chicago

Los contratos operados en Chicago ajustaron mixtos para la soja, con ganancias para el trigo y mermas para el maíz. El clima en EE.UU. se mantiene favorable en zonas productivas, mientras que se redujeron estimaciones de producción francesa y rusa.

En la jornada del miércoles los futuros de trigo operados en Chicago ajustaron con mejoras en sus cotizaciones. Esto habría sido consecuencia del cierre de posiciones vendidas por parte de los fondos de inversión. En adición, las reducciones presentadas en estimaciones de producción de trigo en Francia y Rusia, oficiarían de soporte para los valores. Según consultoras privadas, la producción rusa del cereal caería en 400.000 toneladas a causa de desfavorables condiciones climáticas en los cultivos de primavera, mientras que se estima que los volúmenes franceses caerían por debajo de las 30 Mt, mucho menor a las 40 Mt estimadas para la campaña anterior.

En la tercera jornada de la semana los futuros de maíz operados en Chicago cerraron con nuevas pérdidas en sus valores, concretando la cuarta consecutiva. Esto habría sido consecuencia del clima favorable para los cultivos en zonas productivas de EE.UU. que apoya las expectativas de un amplio abastecimiento del cereal. En este sentido, las mejoras en las estimaciones presentadas el lunes por el USDA, en cuanto a la condición de los cultivos, se verían reafirmadas a causa de las positivas condiciones climáticas. En adición, se continúan pronosticando lluvias para el núcleo de la producción en el Medio Oeste norteamericano.

Los futuros de soja operados en Chicago ajustaron mixtos en sus cotizaciones, con reducciones para los contratos de vencimientos más cercanos y aumentos para los de vencimientos más lejanos. Esto habría sido generado por las mejoras climáticas en zonas productivas de EE.UU. Al igual que para el maíz, las lluvias pronosticadas reafirmarían la presentación del lunes del USDA en cuanto a las condiciones de los cultivos estadounidenses. Por el contrario, se sugiere que las mejoras en las cotizaciones de los aceites de soja y palma habrían oficiado de soporte para los contratos de oleaginosa.