Los futuros de trigo cierran con alzas impulsados por un efecto contagio propiciado por las subas registradas en el mercado de maíz. Sin embargo, las proyecciones acerca de una cosecha récord en la región del Mar Negro, particularmente en Ucrania, habría limitado las subas.

El maíz finaliza con ganancias y alcanza máximos desde 2013 apuntalado por la escasez de suministros a nivel global a la par de que la demanda se mantiene sólida. Además, la falta de precipitaciones que afecta a la región del sur de Brasil podría tener severas consecuencias sobre el desarrollo del cultivo, lo cual también sumaría a las presiones alcistas.

Los contratos de futuros de soja también culminan con subas, sostenidos por la escasa disponibilidad de grano en el mercado físico estadounidense. Sin embargo, las preocupaciones que genera el brote de COVID-19 en India y sus consecuencias acerca una posible disminución de la demanda de aceites vegetales habría puesto un techo a las subas.