Los contratos de trigo cierran una nueva rueda con caídas luego de haber alcanzado máximos en nueve años y medio a principios de la semana. Sin embargo se mantiene cerca de esos valores apuntalados por preocupaciones acerca de la oferta global del cereal para la nueva campaña. En este sentido, las condiciones climáticas secas en Rusia y Ucrania amenazan con afectar al trigo de invierno recientemente implantado. Además, la demanda global se mantiene sólida, con importantes compras por parte de los principales países importadores.

El maíz concluye con nuevas caídas presionado por el avance de la cosecha en Estados Unidos. Luego de algunas semanas en las que la lluvia había interrumpido las labores de recolección en algunas zonas, el buen clima permitió una intensificación en la cosecha en los últimos días, lo cual presiona a los precios. Sin embargo, la suba de los precios de los fertilizantes continúa generando preocupaciones acerca de las decisiones de siembra de los productores para el nuevo ciclo, lo cual ofició de soporte para los precios y limitó las caídas.

Los futuros de soja también cierran con bajas presionados por el avance de la cosecha en Estados Unidos. Se espera que hacia mediados de la semana próxima se recolecten prácticamente todos los lotes que restan. Asimismo, se espera que el USDA eleve sus estimaciones de rindes y producción en Estados Unidos en su próximo informe mensual. Además, el rápido avance de las siembras en Sudamérica también sumó a la inercia bajista, debido a que hace prever que hacia mediados de enero el poroto estadounidense comience a sentir competencia en los mercados externos, particularmente por parte de la soja brasilera.