El trigo cerró con pérdidas de hasta US$ 8/t, y terminó negativo en todas las posiciones, debido a la fluidez de las exportaciones de grano ucraniano vía el corredor humanitario en el Mar Negro, que a pesar del incesante conflicto añadió sostén bajista. No obstante, reportes cada vez más persistentes de ventas externas firmes de trigo por parte de los Estados Unidos y el azote climático en el hemisferio sur pusieron un techo a las bajas. 

Una conjunción de factores que abarcan la sequía en Argentina, los conflictos en la logística de Brasil por las protestas en Mato Grosso, que afectan la fluidez del transporte interno, y la reducción de las estimaciones de cosecha maicera de la Unión Europea en 1 Mt, fortalecieron al grano amarillo y lo llevaron a operar en positivo en todas las posiciones. Además, la fortaleza del mercado del petróleo añadió presión a las subas.

La soja cerró mixta, mostrando resultados disímiles en el grueso de las posiciones, anotando bajas en las cercanas y leves ganancias en las lejanas, de la mano tanto de tomas de posiciones de los operadores, como por la fuerte demanda de la oleaginosa de Brasil y los buenos precios exhibidos en el mercado del petróleo, todo lo cual añadió presión alcista. No obstante, las cotizaciones se debilitaron en las posiciones cercanas por la oleada de coronavirus en China, que generó temores por el sostenimiento del nivel de importaciones del gigante asiático, lo que sumó sostén bajista.

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