Los futuros del trigo mostraron una fuerte suba durante la jornada del miércoles, como consecuencia de la escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania que amenaza con frenar las exportaciones ucranianas de granos. Rusia atacó Odesa por segunda noche consecutiva tras abandonar el lunes el acuerdo que permitía el paso seguro de grano ucraniano a través del Mar Negro. Por su parte, cinco países centroeuropeos miembros de la Unión Europea pidieron que se prorrogue la prohibición de importar granos ucranianos al menos hasta finales de año, con el objetivo de evitar graves perturbaciones en el mercado, según declaró el ministro de agricultura húngaro. No obstante, estos países permitirían el tránsito de cargamentos para su exportación a otros países.

Los contratos de maíz culminaron la rueda con ganancias debido a compras técnicas y a preocupaciones sobre las perspectivas de cosecha en Estados Unidos. Los pronósticos meteorológicos indican precipitaciones por debajo de lo normal en gran parte del oeste y el norte del cinturón maicero de Estados Unidos hasta finales de mes, con riesgo de temperaturas más cálidas. A su vez, las preocupaciones sobre el suministro mundial de maíz brindaron sostén adicional a los precios, luego de nuevos ataques rusos a la infraestructura portuaria ucraniana.

Los futuros de soja cerraron mayoritariamente al alza, con excepción del contrato más cercano. La oleaginosa registró su quinto día consecutivo de ganancias, alcanzando su nivel más alto desde el 16 de junio, ya que las previsiones de clima cálido y seco aumentaron la preocupación por el rendimiento de los cultivos en el Medio Oeste de Estados Unidos.

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