Economía

El merval se despega de pérdidas generalizadas ante creciente incertidumbre global


Con Grecia en el centro de la escena en donde cada día nace una nueva señal de alarma sumado a las evidencias corroboradas por las principales autoridades sobre la desaceleración en el crecimiento de Estados Unidos, pocos fueron los motivos que tuvieron los mercados para emprender un nuevo camino hacia la recuperación de precios.

Los temores a que en cualquier momento el país helénico caiga en default o al menos tenga que recurrir a una restructuración de deuda son cada vez más profundos. Continúan las posturas opuestas entre quienes consideran la necesidad de que los inversores privados compartan el peso del rescate, postura que tiene como principal estandarte a Alemania, y quienes se oponen tajantemente a esa postura. Como condimento, el mal dato del PBI de ese país incrementó la preocupación de los inversores.

Esta semana se conocieron muy pocos datos macros de la economía de Estados Unidos, que teniendo en cuenta la tendencia de los últimos datos conocidos, la escasez de éstos parece haber dado algo de alivio al mercado, pero sin embargo, se escucharon voces como la del Presidente de la Fed Ben Bernanke sosteniendo que "El crecimiento económico en lo que va del año parece ser de alguna manera más lento de lo esperado", y agregó que "un número de indicadores también sugiere cierta pérdida de impulso en los mercados laborales en semanas recientes". A pesar de que no hizo más que corroborar lo que ya decían los números publicados en semanas previas, aquellas palabras generaron un mayor malestar que se tradujo en una fuerte presión de venta.

Hubo algunos atenuantes, como fue el dato de la balanza comercial de Estados Unidos. El déficit comercial se redujo inesperadamente en abril, al crecer las exportaciones a un nuevo récord, mientras que las importaciones japonesas se desplomaron en más de 25 por ciento por el terremoto y el desastre nuclear.

En contraposición se conoció una balanza comercial de China menor a la esperada. Pero en este caso este dato tiene dos implicancias de efectos opuestos. Por un lado, las menores exportaciones chinas indican una desaceleración en la demanda mundial, pero por otro lado las mayores importaciones chinas alivian al implicar que la demanda del gigante asiático continúa firme.

Ante este panorama donde la balanza se inclina claramente hacia el lado bajista, los principales índices del mundo cerraron otra semana en rojo. En Estados Unidos, el Dow Jones y el Nasdaq recortaron un 1,70% y 3,30% respectivamente. En Europa se destacaron el Ibex35 y el CAC 40 con caídas del 3,25% y 2,19%; mientras que en Asia el Hang Seng cayó un 2,30% mientras que el Nikkei logró cerrar con leves ganancias del 0,23% semanal.

Virando hacia lo estrictamente local, se mantiene la habitual incertidumbre preelectoral a 15 días de que se definan las duplas presidenciables pero sin grandes noticias a nivel macro que definan el sentimiento del mercado. Los índices accionarios se movieron por momentos en sintonía con las bolsas externas, aunque las pérdidas fueron contrarrestadas por el notable avance de los papeles del Grupo Mindlin (Pampa, Transener y Edenor) ante los fuertes rumores de compra de Metrogas, convirtiéndose en el motor de marcadas subas del día jueves. Principalmente este fue el motivo que permitió al Merval diferenciarse de sus pares en el exterior y cerrar una semana con saldo positivo del 1,98%. Los papeles con mejor performance fueron los del grupo Mindlin: Transener +13,93%, Edenor +7,65% y Pampa + 6 % además de los papeles ligados a commodities como Ledesma y Molinos que acumularon ganancias del 6,54% y 6,18% respectivamente y del sector bancario con Banco Francés +7,09% y Banco Hipotecario +7,98% mientras Petrobras Argentina y Tenaris lideraron las pérdidas con recortes del 8,78% y 4,67% respectivamente.