Esta semana el USDA publicó su informe mensual sobre oferta y demanda, en el cual el centro de atención fueron los cereales, principalmente el maíz. El gobierno señaló que las lluvias e inundaciones impidieron que los productores sembraran todo el cereal que tenían planeado. Esto ajustaría aún más las ofertas, que se encuentran en niveles mínimos, ya que los altos precios no sirvieron para ralentizar la elevada demanda del grano: como forrajero, como combustible y como alimento. Si bien el USDA redujo su estimación de las siembras de maíz, no aumentó las de otros cultivos alternativos como la soja. En las últimas semanas se ha estado debatiendo si a los farmers les conviene presentar reclamos a las compañías aseguradoras por no poder sembrar (dejando las tierras en barbecho) o bien plantar otro cultivo con un menor rinde.

Para los precios de la soja el reporte fue más bien bajista, ya que el USDA aumentó su estimación de los stocks finales y no realizó ninguna modificación en la superficie, a pesar de los retrasos en las siembras. Si bien el mercado aguardaba un aumento en los inventarios, la variación fue mayor a la esperada. El incremento de los stocks responde en la campaña actual al debilitamiento de las exportaciones debido a las menores importaciones, principalmente desde China y en el ciclo 2011/12 a la creciente competencia desde Sudamérica, mayormente desde Brasil. En este sentido, el USDA revisó al alza la estimación de la producción brasilera hasta los 74,5 millones (frente a los 73 millones del informe de mayo).

Respecto a las siembras, los productores esperaban que ante las condiciones climáticas más favorables se registrara una mejora en la evolución. Según el informe del USDA, si bien se avanzó un 17% desde la semana previa, las siembras abarcan un 68% de la superficie, porcentaje que fue menor al 69% esperado por el mercado, al 83% del año pasado y al 82% del promedio del último lustro. Los estados más retrasados son el de Ohio (26% contra el 88% del año previo), Dakota del Norte (47% versus 89%) e Indiana (49% versus 77%). Además, se acentuó el retraso de los cultivos en la etapa de emergencia: sólo se encuentran atravesando esta fase un 44% de las plantaciones frente al 63% del año pasado.

Otro factor bajista proviene de la demanda, ante las menores exportaciones de soja ya que los compradores se focalizan en las ofertas que ingresan al mercado desde Sudamérica. Sin embargo, las exportaciones desde el hemisferio sur también son inferiores a las del año pasado debido principalmente a la menor demanda desde China. Pero centrándonos en Estados Unidos, las ventas externas efectivas cayeron un 35% semanal y un 29% con respecto al promedio mensual mientras que los compromisos de exportación disminuyeron un 22% y 11% respectivamente. No obstante, los últimos datos desde China son más optimistas al mostrar que las importaciones de soja en mayo crecieron un 17,5% desde abril aunque las compras acumuladas en los primeros cinco meses del año cayeron un 1% desde el mismo período del año pasado.

El viernes la tendencia bajista de los precios fue una consecuencia de los efectos del reporte del USDA a los que se sumaron ciertas influencias externas también negativas para los valores. La posición julio cayó un 0,36% diario cerrando a 507,9 dólares la tonelada y mostró una disminución semanal del 2,3%. De los subproductos, sólo los futuros de harina registraron una suba desde el viernes pasado del 1,3%, mientras que el aceite, en sintonía con el poroto, cayó un 3,25% en el mismo período.

Ante la mayor oferta, los productores retienen a la espera de mejores precios

Se acerca el final de la cosecha de una producción que ahora se estima en 50,3 millones de toneladas, tal como se desprende del informe mensual del servicio GEA de nuestra entidad. Esta nueva cifra representa un crecimiento del 0,2% respecto a la proyección de mayo y se basa en una estimación de un rinde promedio nacional de 27,15 qq/ha. y una superficie sembrada de 18,8 millones de hectáreas. La estimación es cercana a los 50,4 millones de toneladas fijados por el Ministerio de Agricultura en su última revisión mensual. La trilla alcanzó al 97% de la superficie nacional y el área remanente se concentra mayormente en la región chaqueña.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos esta semana actualizó sus estimaciones de oferta y demanda, tanto local como mundial. Para nuestro país, mantuvo su estimación de la cosecha 2010/ 11 en 49,5 millones, proyección que es inferior al pronóstico de nuestra institución antes mencionado. El panorama mejoró para Brasil ya que el gobierno aumentó su proyección hasta los 74,5 millones (desde los 73 millones de mayo) y este número está en línea con el del gobierno brasilero que señaló que la producción de soja llegará al récord de 75 millones, siendo el buen clima y el aumento del área los principales determinantes de este resultado.

En materia de precios y en sintonía con la caída externa, los compradores locales arrancaron la semana ofreciendo valores más bajos, lo que redundó en escasos negocios ya que a los $1.280 que se escucharon en el recinto los vendedores no estaban dispuestos a desprenderse de la mercadería. El martes la mejora externa se trasladó al recinto y los precios treparon hasta los $1.300, aunque este valor sólo fue ofrecido abiertamente por la exportación (las fábricas se quedaron en $1.290) y, además, existieron rumores de operaciones de mayor volumen por hasta $1.310. Los precios siguieron subiendo el miércoles ya que a la mejora externa se sumó la competencia entre los compradores locales que necesitan la mercadería y que sólo pueden conseguirla a valores por encima de los $1.300. De esta forma, las fábricas ofrecieron abiertamente $1.300 mientras que la exportación pagó $1.310 por la entrega inmediata y $1.320 para julio, con rumores de negocios por hasta $1.330 pero por lotes de importancia y entrega diferida. Las operaciones se realizaron por un volumen superior a las 30.000 toneladas. El día jueves, la operatoria en Chicago estuvo signada por el informe del USDA que sólo fue alcista para el maíz. La soja en este mercado mostró pequeñas bajas que en principio se trasladaron a los precios locales, aunque hacia el cierre las fábricas repitieron los $1.300 de la jornada previa, precio que copió la exportación. El viernes, hacia el final de la jornada las fábricas abrieron sus ofertas en $1.295, mientras que la exportación pagó $1.300 por la entrega desde el 21/06 y $1.310 para julio, pero con escasas operaciones. No obstante, siguieron los rumores de mejores valores por lotes importantes. Para la soja nueva, no se relevaron demasiados negocios y los precios escuchados oscilaron entre u$s 315 y u$s 320.

Al 01 de junio la soja comprada llegaba hasta los 25,65 millones de toneladas, lo que representa un 51% del total de la producción estimada en 50,3 millones. Como puede observarse en el gráfico de la portada, el ritmo es menor al de años anteriores ya que los vendedores son reacios a vender cuando los precios son inferiores a los $1.300. Por otro lado, la ex ONCCA ha otorgado autorizaciones para exportar poroto y subproductos por un total de 17,3 millones de toneladas de soja equivalente y el precio FOB oficial promedio del poroto en estos primeros diez días de junio superó los u$s 518.