Finanzas

Mayor optimismo contagia a las bolsas


Culmina hoy una semana realmente corta, en la que el lunes estuvieron cerrados los mercados norteamericanos y el viernes permanecerán cerrados los mercados locales; en ambos casos debido a la celebración de los respectivos Día de la Independencia.

Una semana positiva en relación a la evolución de las medias bursátiles aunque mayormente neutral en relación a los datos macros y noticias que pudieren afectar la evolución de la economía mundial generalmente reflejada en los "termómetros" accionarios. El día miércoles Wall Street registró la mayor ganancia diaria de los últimos seis meses. El impulso, sin embargo, provino más de positivas expectativas que de datos reales macros. Comienza nuevamente el ciclo de publicación de resultados trimestrales de las empresas estadounidenses sobre los cuales los operadores se mostraron esperanzados de recibir buenas noticias.

Mientras Wall Street operaba con fuertes alzas el miércoles, el Presidente de ese país, Barack Obama, sostenía, en un discurso, que el mercado laboral se mantiene débil y que quedaba un largo camino por recorrer para volver a los niveles de desempleo medio que rondan en un 6%. Sin embargo, al día siguiente, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció que el número de personas que solicitó subsidio, de desempleo cayó, por primera vez, más de lo esperado en la última semana a su menor nivel en dos meses, y por debajo de lo esperado. Esta vez las expectativas fueron acompañadas por datos oficiales sobre una de las aristas de la economía estadounidense que más preocupa y que por lo tanto permitió consolidar la tendencia semanal.

Los aires cambiaron en comparación con la semana pasada y por lo tanto los operadores de los distintos rincones del mundo se volcaron al bid side, inclusive los del mercado local. Si bien el volumen de operación semanal fue muy escaso, el saldo fue positivo tanto para renta variable, con el Merval en alza un 3,26%, como en Renta Fija, donde los títulos atados al crecimiento continúan siendo los papeles estrellas. Los índices bursátiles locales, de conocida vulnerabilidad al precio del crudo, gracias a acciones como Tenaris y Petrobras, que juntas representan un 34% del Merval, se vieron especialmente beneficiados por la suba del crudo a nivel internacional, luego de que la EIA anunciara un incremento en las proyecciones de la demanda para el 2010.

De todas maneras, la mayoría de los analistas prefirieron mantenerse cautos a la hora de mostrarse demasiados optimistas. Ya en el informe de la semana pasada hacíamos referencia a la compra masiva de Bonos del Tesoro de Estados Unidos ante los rumores de quienes advierten una potencial deflación en la economía norteamericana. Esta semana se sumó a estas voces el prestigioso analista Robert Prechter, conocido por haberse anticipado en 2002 a la burbuja crediticia que estalló años más tarde. Prechter pronosticó que la economía de Estados Unidos se hundirá en una depresión deflacionaria, que arrastraría al mercado accionario y generaría obstáculos de difícil solución para la salud económica de un país. En primer lugar, la expectativa que los precios vayan a caer en el futuro provoca que los compradores prefieran posponer sus compras para más adelante, lo cual frena la economía y agrava el problema de desempleo de recursos productivos, incluido el trabajo. Por otro lado, así como la inflación juega en contra de los acreedores y a favor de los deudores, la deflación actúa en sentido inverso. El valor real de las deudas aumenta día a día, ya que al caer el precio de los bienes el dinero vale cada vez más, imponiendo una mayor carga a los deudores.