Economía

Pronósticos para el próximo año


Los pronósticos en economía suelen fracasar con bastante frecuencia y es por ello que hay que ser prudentes al formularlos. Algunos de los países europeos que hoy son noticia por sus problemas financieros y económicos (como España, Irlanda y otros) fueron presentados, hasta no hace mucho tiempo, como modelos de crecimiento y desarrollo a imitar.

Si queremos realizar un pronóstico sobre la economía argentina del próximo año, debemos insistir sobre las variables favorables y las desfavorables   que nos vienen acompañando en los últimos años y tratar de fundamentar si las mismas seguirán o no actuando. Nuestro país se encuentra, desde hace varios años, inserto en una coyuntura internacional favorable. Cuatro variables juegan a favor:

a) En primer lugar, los buenos precios internacionales de los productos agrícolas, especialmente de la soja, de la cual somos uno de los principales productores y exportadores.

b) En segundo lugar, el mantenimiento por parte de Brasil de un Real sobrevaluado, de 1,71 reales por dólar.

c) En tercer lugar, tasas internacionales de interés muy bajas en relación a diez años atrás.

d) También juega a favor la relativamente baja relación entre la deuda y el Producto Bruto Interno, de alrededor de 50%.

Otras variables a tener en cuenta, pero en este caso no del contexto internacional sino domésticas, están jugando en contra, como ser las siguientes:

1) Una tasa de inflación elevada que probablemente se incrementará. Se estima, para el próximo año, entre 25 y 30%, y algunos estiman aún más.

2) Después de la crisis del 2001/2002 la economía registraba una gran capacidad de producción ociosa. El buen desempeño de los años siguientes, entre el 2003 y el 2008, y nuevamente en el 2010 ha llevado a ocupar gran parte de esa capacidad. Por lo tanto, ahora nos encontramos con gran parte de esa capacidad de producción ocupada y de aquí en más son necesarias inversiones. Es por esto que esta situación incrementa la presión inflacionaria.

3) Existe la posibilidad de que el evento Niña afecte la producción de la campaña gruesa en este verano, especialmente en maíz y soja.

Veamos ahora estas variables, favorables o desfavorables, más analíticamente.

Con respecto a la mencionada en a), es nuestra impresión que los precios de nuestros granos, que son la base de las exportaciones argentinas, se mantendrán en los niveles actuales. Recordemos que en la campaña 2009/10 la producción total de granos estuvo cercana a los 96 millones de toneladas y las exportaciones las estimamos que llegarían a alrededor de 74 millones. De cumplirse esta meta, en el corriente año las exportaciones de granos, alrededor de 25.000 millones de dólares.

En la campaña 2010/11 la producción podría estar afectada por las menores precipitaciones ocasionadas por el evento Niña, pero también hay que tener en cuenta que una menor producción en términos físicos, del tercer productor mundial de soja, podría producir un empuje de los precios hacia arriba. Esto nos hace pensar, que el efecto conjunto -menor producción y precios más altos- se podría compensar.

Con respecto a la variable b), tengamos en cuenta que la economía del vecino país de Brasil ha si un sostén importante de la industria de la República Argentina y es por eso que su crecimiento hasta ahora ha jugado a favor. A pesar de que el Real brasileño sigue revaluado, el superávit de balanza comercial de Brasil con respecto a nuestro país se ha incrementado, para el período enero-agosto, de 381 millones de dólares el año pasado a 1.753 millones de dólares en igual período de este año, y estimamos que se incrementaría aún mucho más si Brasil deprecia su moneda.

¿Qué posibilidades existen de que Brasil altere el tipo de cambio con respecto al dólar para el año próximo?

Recordemos que el Real nació en 1994 en una relación de R 1 = u$s 1. Esta política, muy similar a la aplicada en Argentina con el plan de convertibilidad (abril de 1991), se alteró en 1999, cuando el Real se devaluó. En ese momento esta devaluación fue una de las causas más importantes que afectaron la economía de nuestro país. A partir de allí estos son los valores promedios anuales que registró con respecto al dólar estadounidense:

2000                                            1,83

2001                                        2,35

2002                                        2,92

2003                                        3,08

2004                                        2,93

2005                                         2,43

2006                                        2,18

2007                                        1,95

2008                                        1,84

2009                                        2,00

En los últimos meses del año pasado y en los meses del corriente año registró los siguientes valores:

Octubre                                           1,74

Noviembre                                      1,73

Diciembre                                       1,75

Enero                                               1,78

Febrero                                           1,84

Marzo                                              1,79

Abril                                                1,76

Mayo                                               1,82

Junio                                               1,81

Julio                                                1,77

Agosto                                            1,76

Setiembre                                      1,72

Octubre                                          1 ,68

En los últimos días la cotización estuvo 1,69 reales por dólar.

Muchos sectores de la economía industrial y agrícola del vecino país claman por un ajuste en el tipo de cambio, pero hay que tener en cuenta que, en estos momentos, Brasil es un polo de atracción de capitales, reforzado esto por el descubrimiento de importantes cuencas petrolíferas. Algunos estiman que las reservas de crudo de Brasil podrían estar entre 20.000 a 29.000 millones de barriles (como punto de comparación, recordemos que las reservas argentinas están en el orden de los 1.800 millones). Esto llevaría, probablemente, a un aumento de inversiones y a que la relación cambiaria actual se pueda mantener.

Por otra parte, la situación general de Brasil muestra una economía sólida, aunque se presentan algunas grietas. Varios sectores industriales están prácticamente estancados, aunque algunos otros registran un fuerte crecimiento (automóviles, por ej.). El Producto Bruto Interno asciende a alrededor de 2 billones de dólares

La población de Brasil llega a 190 millones de personas con un crecimiento de 12,3% en los últimos diez años.

La población por debajo de la línea de pobreza llegaba el año pasado a 15,5%.

El coeficiente de Corrado Gini que mide el grado de desigualdad en el ingreso de la población llegaba en junio del año pasado a 49,3%, es decir que es un índice elevado que muestra una desigualdad importante, pero hay que hacer notar que ha disminuido con respecto al coeficiente que se manejaba 10 años atrás que era cercano al 58%.

La mano de obra total se estima en alrededor de 95 millones de personas y la tasa de desempleo orilla el 7% aproximadamente. La tasa de inflación está en alrededor de 5%.

El crecimiento de la economía brasileña ha sido importante en los últimos años. Las exportaciones del año pasado llegaron a casi 159.000 millones de dólares, año en que las exportaciones argentinas, por la crisis internacional, llegaron a 56.000 millones. Este año las exportaciones brasileñas van a llegar a una cifra cercana a los 198.000 millones de dólares. Brasil ha encontrado en China a un cliente importantísimo para el suministro de una serie de materias primas.

Con respecto al punto c), también estamos en presencia de una variable favorable para la economía argentina. Recordemos que en el año 2000 la tasa libor para depósitos a 6 meses orillaba alrededor de 6,5% en términos anuales, cuando ahora está en algo menos de 0,50%. Unido esto a la variable mencionada en d), que se refiere al bajo grado de endeudamiento de nuestro país con respecto al PBI, Argentina no se encuentra en una posición comprometida.

Recordemos que la baja del grado de endeudamiento de nuestro país, tiene varias causas: en primer lugar, el hecho del default de los compromisos por parte de Argentina a fines de 2001 hizo que los posibles acreedores fueran renuentes a otorgar nuevos créditos. En segundo lugar, la quita en el monto de la deuda producida a raíz de la negociación del año 2005, también fue un motivo para que disminuyera esa deuda. De todas maneras, una disminución de la deuda tiene dos caras. La favorable es la que mencionamos, la otra cara -desfavorable- es que no incrementamos la deuda porque los potenciales acreedores no confían en nosotros.

La tasa de inflación de nuestro país nos ubica, con Venezuela, entre los pocos países del mundo que tienen alta inflación. Y todo hace pensar que para el año próximo dicha tasa ya tiene un piso cercano al 25%. A pesar del fuerte incremento que han tenido los ingresos del sector público en los últimos años, los egresos los han superado y, para colmo, estamos ingresando en un año electoral.

Sobre el balance de la principal institución monetaria, el Banco Central, algunos lo perciben, sin mucho análisis, como muy sólido. Como se puede ver en otro de los artículos de este Semanario, no estamos de acuerdo con esa posición y creemos que las autoridades tendrán que ser muy cuidadosos para no comprometerlo aún más. No se pueden seguir utilizando sus reservas para pagar otros compromisos y menos atribuir a la mencionada institución otras tareas o funciones distintas a la de defender el valor de nuestra moneda.