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Trigo: El clima es el sostén para el cereal


El mercado de trigo transcurrió otra semana con volatilidad. El comienzo fue alcista por el comportamiento del dólar y la preocupación por el clima. Las lluvias en las regiones productoras de Australia demoran la recolección y disminuyen la calidad de los cultivos, mientras que el clima seco y la fuerte oscilaciones de temperatura continúan estresando los cultivos de trigo de invierno en las regiones del oeste de las Planicies estadounidenses.

El clima se volvió un elemento fundamental alcista del lado de la oferta por el impacto que puede tener en la producción de importantes abastecedores del cereal.

A nivel global la producción de trigo fue aumentada en el último informe del USDA publicado la semana pasada pero dentro de un contexto de incertidumbre por las cifras finales del hemisferio sur.

Para Australia la proyección de producción pasó de 24 millones de tn a 25,5 millones de tn pero reduciendo las exportaciones de 16 millones a 15 millones de tn y ajustando la demanda interna.

En el informe se aumentó la estimación del uso del trigo australiano para forraje en 1 millón de tn, hasta las 4,9 millones para el año comercial.

Se podría esperar en los próximos meses nuevos ajustes en el uso del cereal para forraje por el contexto en el cual se está desarrollando las etapas finales de la campaña en Australia.

Hay incertidumbre sobre cuanto aún permanece en los campos del este del país, dificultando la estimación del gobierno y de los operadores sobre el trigo que eventualmente puede ser categorizado como de calidad forrajera.

Los productores del este de Australia están sufriendo el impacto de la primavera más húmeda de la historia, con el agua que está inundando los campos y deteriorando la calidad del trigo con calidad para ser exportado hacia países de Asia y Medio Oriente para convertirse en cereal forrajero.

El aumento del trigo de menor calidad podría orientar la demanda global nuevamente hacia Estados Unidos.

Los precios futuros, como consecuencia, mostraron mejoras durante algunas jornadas aunque seguidas luego por tomas de ganancias.

La evolución del dólar y la demanda de exportación para Estados Unidos fueron algunos de los elementos que tomaron en cuenta los operadores por fuera del clima.

El dólar había comenzado la semana con bajas frente al euro, pero luego se afirmó aunque el cierre fue bajista y mejoró el potencial exportador que se tradujo en algunos negocios de exportación.

Egipto, el mayor importador de trigo a nivel mundial, compró 230.000 tn del cereal blando y duro colorado proveniente de Francia y Estados Unidos para embarcar entre el 20 y 28 de febrero. Del total, 110.000 tn son de origen estadounidense.

Asimismo, Jordania compró 150.000 toneladas de trigo duro colorado de Estados Unidos.

Las inspecciones de embarque de trigo estadounidense totalizaron las 490.300 tn, en el límite inferior del rango estimado por el mercado pero con el acumulado anual en 16,12 millones de tn que supera las 12,43 millones del año pasado a la misma fecha.

Las ventas semanales sumaron 973.300 tn, superando el rango estimado por el mercado de 450.000 a 650.000 tn y el volumen del reporte anterior. El acumulado del año comercial es de 24,63 millones de tn frente a las 15,36 millones del 2009. Como se observa, todos los informes relacionados a la demanda de exportación muestran cifras superiores al año pasado para servir como sostén de las cotizaciones.

La caída de la oferta de los países de la ex Unión Soviética devolvió a Estados Unidos parte de la participación perdida en el mercado exportador durante los últimos años.

Así vuelve a tener relevancia para el trigo la evolución del dólar en el mercado de divisas.

En los mercados futuros de trigo de Chicago y Kansas las cotizaciones tuvieron un comportamiento oscilante mientras que los fundamentales de largo plazo se muestran como elementos de soporte para los precios.

La sequía e inundaciones en Australia, la nieve en Europa y la falta de humedad en las planicies de Estados Unidos impulsaron al alza el rango en el cual se pueden mover los commodities.

El fenómeno climático La Niña genera preocupación por el clima seco en algunas regiones, que afectan a determinados cultivos y contagian al resto.

Igualmente más allá de los elementos fundamentales, la operatoria está volátil por los posicionamientos de los operadores a fines del 2010.