Los precios disponibles en la plaza local arrancaron la semana con mejoras del 2,25% ya que, en sintonía con las subas del 2,3% de Chicago y sumado a la necesidad de mercadería, las fábricas y la exportación se animaron a aumentar $30 sus ofertas y el valor escuchado fue de $1.350. El mismo precio se mantuvo el martes, desligándose de las bajas externas. El miércoles los compradores aumentaron sus ofertas y la soja en el recinto se negoció a $1.355. Sin embargo, durante este período los valores informados por los vendedores superaron a los conocidos en el recinto y hubo operaciones por hasta $1.400.

Esta situación, como es costumbre, quedó materializada en los precios de la Cámara Arbitral, que para el miércoles fijó un precio pizarra de $1.380, siendo el mayor valor de todo el año, incluso superando a los $1.369 que estableció el 11/11 cuando en el disponible la soja trepó hasta los $1.360, que fue el precio más alto escuchado en el recinto.

De esta forma, durante esta semana volvió a ensancharse la diferencia entre ambos precios y es por esto que continúan realizándose negocios bajo la condición de "venta con precio CAC del día siguiente".

Los elementos de sostén locales no pudieron contrarrestar las influencias bajistas externas y el jueves los compradores disminuyeron $15 sus ofertas y la soja se negoció a $1.340 en el recinto, pero con rumores de los vendedores de precios mayores, hasta los $1.380. El viernes, nuevamente copiando al mercado externo, los compradores locales mejoraron los precios hasta los $1.350, volviendo al nivel al que iniciaron la semana y con negocios por hasta $1.370 según comentarios de los vendedores. No obstante, respecto al viernes pasado, las cotizaciones mejoraron un 2,25%.

De acuerdo a los datos del Ministerio para las compras de la exportación y a estimaciones propias para la industria, hasta el 08/12 las compras alcanzaban los 50,5 millones de toneladas, lo que representa un 93% de la producción 2009/10 estimada por nuestra entidad en 54,6 millones.

En relación a la soja nueva, de una cosecha estimada por nuestra Institución en 49,5 millones de toneladas, se han comprometido 10,6 millones de toneladas aproximadamente, de las cuales más del 65% tienen precio firme. Las compras representan el 21,4% de la producción, lo que muestra un avance en la concertación de negocios si comparamos este porcentaje con el del año pasado (17,3%) y con el promedio de las últimas cinco campañas (16,9%). Como ya venimos mencionando, ante los temores de una reducción en la oferta disponible como consecuencia de La Niña, los compradores se cubren de potenciales subas y anticipan sus negocios fijando sus precios.

Los valores ofrecidos en el recinto por la soja nueva siguieron los vaivenes del disponible (y del mercado externo). La semana comenzó con mejoras en los precios de la exportación que pagó u$s 322 por la mercadería con entrega en mayo mientras que las fábricas mantuvieron los u$s 320 negociado el viernes último.

El día miércoles el precio se unificó entre los distintos compradores quienes ofrecieron u$s 325 aunque con rumores de negocios por hasta u$s 330. Sin embargo, con la caída de la soja disponible ante la presión externa, la soja nueva volvió a caer el jueves hasta los u$s 320, precio que se mantuvo hasta el cierre del viernes. Por su parte, la posición ISR 052011 del Rofex se negoció durante la semana a un precio promedio de u$s 321,6 mientras que en el MATBA para la misma entrega el precio promedio fue de u$s 325,3.

En su informe de diciembre, el Ministerio de Agricultura fijó la superficie total a sembrar con soja en 18,7 millones de hectáreas aproximadamente, lo que representa un aumento del 1,9% respecto al ciclo previo. Asimismo, señaló que la siembra alcanza el 72% del área, por debajo del 74% del año pasado ya que hay zonas donde el déficit de humedad en los suelos mantiene demoradas las actividades de siembra. Los cultivos ya implantados se encuentran en la etapa vegetativa, entre la emergencia y el desarrollo. El período crítico sobreviene cuando las plantas están finalizando con la formación de vainas e iniciando el llenado de granos, normalmente desde febrero, y los cultivos deben llegar con una adecuada estructura foliar para capturar y utilizar de manera eficiente los recursos disponibles.

La región pampeana está comenzando a sentir los efectos de la Niña y según los productores es necesario que se registren lluvias antes de fin de año de manera que los cultivos se desarrollen lo suficiente como para enfrentar la sequía de los meses subsiguientes. Por el momento, el maíz es el grano que más preocupa ya que las plantas están cerca de la etapa de polinización, donde los rindes empiezan a perfilarse y cuando la escasez de precipitaciones causa los mayores daños. Además, la soja sobrelleva mejor la sequía comparada con el maíz.

Según la firma Oil World, las reservas de humedad hacia fines de noviembre ya se encontraban en niveles críticos y cerca de 6 millones de hectáreas han sido afectadas por la sequía. De acuerdo a la entidad, la producción argentina podría caer aún más, incluso por debajo de los 48-49 millones.

Según datos proporcionados por el servicio GEA de nuestra institución, en la zona de su alcance (centro y sur de Santa Fe y de Córdoba y noroeste de Buenos Aires) se observó un deterioro en las reservas de agua, la humedad es escasa e incluso hay síntomas de sequía. Según GEA "los efectos de la Niña están presentándose con los impactos previstos. Para que mejore esta situación, deberían registrarse precipitaciones de entre 120 y 140 mm durante los próximos 15 días".