Commodities

Finaliza la cosecha de trigo con escaso mercado

Guillermo Rossi

El principal foco del mercado internacional se sitúa en la condición de los cultivos que se desarrollan en el hemisferio norte, aunque recién a mediados de año ingresarán al circuito comercial. Es que la campaña 2012/13 ya se encuentra prácticamente finalizada a nivel mundial, habiéndose experimentado una dramática caída de 40 millones en la producción.

La situación a futuro es incierta y permite dar lugar a pronósticos tanto pesimistas como optimistas. La sequía que continúa presentándose en las principales regiones productoras de Estados Unidos es un factor de preocupación, ya que se trata del primer exportador mundial. Este factor, sumado a la estimación de área sembrada por debajo de la expectativa del mercado que dio a conocer el USDA el pasado viernes, brindó impulso a los precios a lo largo de toda la semana. La acción compradora de los fondos de inversión, reaccionando ante señales técnicas, reafirmó dicha tendencia.

Los últimos reportes de condición de los cultivos en Estados Unidos datan de finales de noviembre, arrojando guarismos altamente preocupantes. Sin embargo, la experiencia histórica enseña que hay poca correlación entre estos resultados y los rindes finalmente obtenidos, lo que brinda cierta tranquilidad. Aun así, en el curso de la semana la firma Lanworth efectuó un recorte de 500.000 toneladas en su estimación de producción para Estados Unidos. Según se indicó en un comunicado, se esperan 53,8 millones de toneladas frente a una proyección previa de 54,3 millones. El año pasado el país del norte logró una producción cercana a 62 millones de toneladas de todas las variedades.

Este factor motivó una recuperación de los precios a lo largo de la semana en el mercado de Chicago. Los contratos con entrega en marzo subieron 5,5% entre el lunes y el miércoles, aunque con posterioridad la pobre demanda que recibe el trigo norteamericano en el mercado mundial -pese a la insuficiencia de stocks en otros exportadores- contrarrestó parte de las subas. Recién el día viernes el mercado volvió al terreno positivo.

En otras regiones del mundo la situación luce diferente. Los cultivos del este europeo -una zona severamente castigada por el clima durante la campaña pasada- parecen encontrarse en condición razonablemente buena. La evolución del clima en Ucrania es muy alentadora, aunque no tanto en las planicies de Rusia. No obstante, es muy pronto para anticipar mermas en la producción. Lanworth estima que Rusia cosechará 49,9 millones de toneladas -casi 12 millones más que el año pasado- y Ucrania logrará obtener 23 millones.

En la Unión Europea, en tanto, las recientes lluvias favorecieron el   desarrollo de las plantas y ahora los suelos gozan de buenas dosis de humedad en países que con anterioridad habían experimentado clima seco. El cultivo de trigo le ganó la pulseada a la cebada y la colza en amplias regiones del viejo continente.

En su informe del día jueves 17, el Consejo Internacional de Cereales planteó que los altos precios deberían motivar a los productores a sembrar más trigo durante el ciclo 2013/14, esperándose un incremento en el área mundial cercano al 2%. Esto daría lugar a un crecimiento del 4% en la producción, gracias a la mejora en los rindes. De concretarse esta proyección, el trigo contaría con su área de cobertura mundial más extensa desde 1998.

Pero los vaivenes del mercado internacional nuevamente ejercieron escaso impacto en el plano local. Los negocios con trigo siguen siendo pocos y la demanda de la exportación se orienta fundamentalmente a mercadería con exigencias de calidad. Durante los últimos días se pagaban u$s 260/ton por trigo con proteína 10% y PH 78 con descarga en Puerto Gral. San Martín o Punta Alvear. La mercadería no comprometida que reúne esas condiciones de calidad es muy limitada y la oferta se muestra selectiva para hacer valer su escasez.

En cuanto a la operatoria de Rofex, las cotizaciones de los contratos actualmente en delivery se ubicaron en el rango de u$s 217-225 por tonelada, con un volumen operado en la semana que ascendió a 3.090 toneladas. La posición con entrega en marzo se negoció ligeramente por encima de esos valores.

Por su parte, los molinos han comprado trigo a valores ubicados a partir de los $ 1.000/ton, aunque el precio varía dependiendo de la procedencia, las formas de pago y los requerimientos de peso hectolítrico. Aquellos lotes con buenas condiciones de calidad panadera podían obtener valores significativamente superiores, superando incluso los $ 1.500/ton.

Según datos de la Dirección de Mercados Agrícolas, en la primera semana del año la exportación efectuó compras por algo más de 40.000 toneladas y la molinería adquirió cerca de 80.000 toneladas. La caída interanual es sorprendente, ya que en el mismo período del año 2012 ese volumen llegó a casi 700.000 toneladas. Usualmente, era frecuente que -por factores estacionales- la demanda aproveche los meses de verano para aprovisionarse a precios relativamente más bajos que los vigentes durante el resto del año.

Sin embargo, este año los exportadores acumularon compras por la totalidad del saldo exportable antes de que se produzca el empalme entre ambas cosechas. Esta situación se vio agravada por el pobre desempeño productivo, lo que plantea la necesidad de reasignar Roe Verde ya entregados por más de 5 millones de toneladas. Bunge, Cargill, A.C.A., A.D.M. y Oleaginosa Moreno -en ese orden- fueron los principales receptores de Roes, abarcando cerca de la mitad de las partidas otorgadas.

La cosecha se encuentra finalizada, lo que en las próximas semanas permitirá definir con mayor certeza la proporción de la misma que se destinará al consumo interno y el remanente que quedará para su exportación. Como hemos comentado en anteriores ediciones de este semanario, el balance de la campaña en curso es muy ajustado.

En su informe mensual de estimaciones, el Ministerio de Agricultura estimó la cosecha de trigo en 10,1 millones de toneladas, reduciéndola 400.000 toneladas respecto de la cifra reportada en el mes de diciembre. Los números oficiales proyectan que la molinería utilizará 6,2 millones de toneladas y otras 400.000 se destinarán a semillas. Los guarismos difundidos implican que podrían exportarse algo más de 4 millones de toneladas y quedaría un stock final ligeramente más bajo que el remanente al 30 de noviembre del año pasado.

El consenso del mercado entiende que las cifras fueron razonables. No obstante, otras entidades -entre ellas esta Bolsa de Comercio- sostienen que la producción se encuentra por debajo de los diez millones de toneladas. En una situación de mercado holgada la diferencia no sería significativa, pero la escasez de mercadería vuelve relevante cualquier dispersión que implique varios cientos de miles de toneladas.