Economía

La economía argentina

Rogelio Pontón

La economía argentina durante el año pasado tuvo un crecimiento muy pobre si es que lo tuvo. Los sectores productores de bienes, como la industria, el agro y la construcción tuvieron caídas. Según datos del estudio de Orlando Ferreres, la industria registró en el último año una caída de 1,9%. Los únicos sectores que registraron crecimiento fueron el sector financiero y algún otro sector de servicios.

Para el corriente año la situación se espera ligeramente mejor. Se confía en que el agro y, concretamente, la producción sojera, mejore la situación. Tambièn se espera una mejora en la industria por las mayores compras de Brasil.

Por otra parte, el año pasado terminó con un déficit presupuestario del gobierno nacional in crescendo que se cubre con una fuerte emisión monetaria.

Los distintos agregados monetarios crecían a fines del año pasado entre 35 y 44 por ciento lo que, teniendo en cuenta un crecimiento casi nulo de la economía, se traduce en un crecimiento de la inflación potencial entre 25 y 30 por ciento.

Por otra parte, cada vez se debilita más la posición de reservas del Banco Central que habría disminuido en el año en alrededor de 3.000 millones de dólares llegando en forma neta a poco más de 30.000 millones.

Con respecto a la balanza comercial, las exportaciones del año pasado no llegaron a los u$s 80.000 y las importaciones a alrededor de u$s 67.000 millones. Del excedente de esa balanza, de casi u$s 12.600 millones, el gobierno se hizo en el primer semestre del año, cuando se concentra el grueso de las ventas al exterior del complejo agroexportador, de alrededor de u$s 7.400 millones. En el segundo semestre del año sus compras llegaron a u$s 1.800 millones.

La política de cepo cambiario aplicada desde fines de octubre de 2011 dio resultados con respecto a la cuenta de formación externa de divisas por el Sector Privado no Financiero, deteniendo la fuerte sangría de divisas que se produjo hasta ese mes, pero por el otro lado implicó una fuerte caída en la oferta de divisas con respecto al año anterior. La caída en la entrada de divisas a un nivel prácticamente nulo por la vía de la inversión extranjera, otros servicios, endeudamiento externo y la balanza turística que se ha tornado negativa, explican que el ingreso de divisas se haya reducido a la mitad con respecto al 2011.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el incremento que se va a producir en la importación de energía desde el exterior, especialmente de gas. Según algunas fuentes «para el año que recién empieza se prevé un crecimiento del 44%% en las importaciones de gas en estado gaseoso y del 36% de gas licuado, por lo que no se frenará el drenaje de divisas para satisfacer las necesidades de abastecimiento». Hay que hacer notar a este respecto, que existe dificultad en conseguir el total de barcos metaneros que se necesitan especialmente en los primeros meses del año.

Lo que es llamativo es que los analistas esperan de la producción de granos y en especial de la de soja, la solución a los problemas que presenta la coyuntura del país. Como hemos expresado en Semanarios anteriores, de ser la producción sojera de alrededor de 52 a 53 millones de toneladas, podrían exportarse por el complejo soja (poroto, harina, aceite y biodiesel) alrededor de u$s 26.000 millones. Lo anterior ocurrirá siempre y cuando se mantengan los precios de las últimas semanas, lo que no es muy probable, dado que Sudamérica va a tener una producción récord de casi 146 millones de toneladas (Brasil 82 millones, Argentina 53 millones, Paraguay 8 millones, Bolivia y Uruguay 3 millones) y cuando ingrese un volumen semejante en las canales de comercialización es probable que los precios desciendan.