Economía

Los mercados sucumben ante mayor temor a una recesión


La posibilidad de que finalmente la economía mundial caiga nuevamente en recesión se torna cada vez más palpable frente a los constantes datos macros mayormente negativos de la economía en Estados Unidos, la desaceleración observada en Europa y los "apuros" financieros que enfrentan tanto uno como otro.

El mercado está expectante ante cualquier noticia que pueda brindar mayor precisión en cuanto el futuro desarrollo de las principales economías del mundo. Esto explica la vulnerabilidad del mercado sobre cualquier inputs, reflejada en los niveles máximos de volatilidad en los mercados, que en el caso de la renta variable se sitúa sobre los 44% anualizado, muy por encima de los 20% sobre los que oscilaba un mes atrás.

El pánico generalizado provocó que los inversores vuelvan a direccionar sus fondos hacia activos refugios como el oro e incluso los bonos del tesoro de Estados unidos que, a pesar de la reducción crediticia esgrimida por S&P, continúa siendo uno de los activos preferidos por los inversores en tiempo de turbulencias.

Si bien el oro permanece por debajo de un máximo histórico ajustado por inflación de más de 2.000 dólares alcanzado en 1980, es uno de los activos de mejor desempeño en el 2011, con una ganancia del 25 por ciento, frente a un retroceso del 15 por ciento en las acciones líderes estadounidenses.

Por otro lado, el día jueves, la jornada de mayor pánico vivida durante la semana, cayó el rendimiento del bono referencial de Gobierno estadounidense a 10 años por debajo del 2 por ciento por primera vez en la historia.

Los datos que volvieron a poner en duda la salud de la economía de Estados Unidos fueron principalmente los relacionados con la inflación minorista, que estuvo por encima de lo esperado y los pedidos de seguro de desempleo, que registraron un nuevo incremento.

Por otro lado en Europa, en medio de la lucha por contener la propagación de la crisis de la deuda que ha forzado a Grecia, Portugal e Irlanda a pedir ayuda de emergencia y que ahora amenaza a Italia y España, el encuentro entre los presidentes de las principales potencias europeas, Merkel y Sarkozy, no cumplieron con las expectativas. Los líderes de Francia y Alemania acordaron lanzar en septiembre propuestas para crear un impuesto a las transacciones financieras y avanzar hacia un gobierno común en la política económica del bloque. Los mercados estaban pendientes de la segunda reunión bilateral entre ambos líderes en poco más de tres semanas, en busca de señales de medidas para restablecer la confianza y sobre todo de la posible emisión de un bono paneuropeo, que parece no tener el respaldo de los mandatarios.

Las caídas de los principales índices fueron abruptas en todos los continentes; en Estados Unidos el Dow Jones y Nasdaq cayeron 4% y 6,6% respectivamente; en Europa el Dax cayó un 8,63% mientras que el CAC40 un 6,13%; mientras que en Asia las pérdidas fueron más discretas, un recorte del 1,12% para el Hang Seng y de un 2,73% para el NIKKEI225.

Bajo este panorama tanto acciones como bonos se vieron presionados en la plaza local, en medio de un contexto interno donde, tras las primarias, los análisis políticos ocuparon un espacio central en las noticias.

De todas maneras, A pesar de que según algunos analistas la Argentina se encuentra "al margen" de la crisis mundial dada su prácticamente nula participación en los mercados financieros internacionales, la elevada dependencia de la economía Argentina sobre el comercio exterior, principalmente a través de las exportaciones agroindustriales, invitan a ser precavidos a la hora de manifestarse "no vulnerable" a la crisis internacional. De hecho los cimbronazos de las principales bolsas también se reflejó en la plaza local, donde el índice Merval descendió un 4,77%, con sólo 3 papeles que cerraron con un saldo positivo: Banco Patagonia (+3,30%), Siderar (+1,81%) y Ledesma (+0,66%). Mientras que el resto registró importantes pérdidas, encabezadas por: Edenor (-11,89%) y Banco Macro (-10.42%).