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Soja: semana agridulce para el agro local


Al día jueves, la semana del año cierra con un sabor agridulce para el productor local, ya que si bien se registró una importante mejora en las cotizaciones al inicio de la semana, la razón por detrás del aumento se centra en las proyecciones climáticas bastante pesimistas para el cultivo en Sudamérica, que podría eventualmente resultar perjudicial para completar la siembra de la soja de segunda.

Si bien el momento clave desde lo climático para la definición de los rendimientos no es hasta enero-febrero, la falta de lluvias junto con el intenso calor está perjudicando actualmente la reserva de humedad de los suelos. Si a ello le agregamos algunos pronósticos que hablan de un régimen de precipitaciones relativamente pobre para la zona núcleo en el corto plazo, se comprende que la ocurrencia de lluvias se coloca en el centro de la escena para determinar tanto lo que ocurra con rendimientos como con precios para la campaña.

De acuerdo a información dada a conocer en la semana desde el servicio GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario, el mes de diciembre ha resultado ser el más seco de los últimos cuatro años para la zona núcleo. Se están sufriendo las consecuencias del fenómeno Niña con precipitaciones en la zona núcleo hasta 105 mm menores al promedio 2008/2011. El área más afectada comprende justamente el norte de la Provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe y este de Córdoba, donde en general las precipitaciones acumuladas entre el 01 y el 23 de diciembre no han superado los 20 mm.

Por otro lado, debe tenerse en cuenta que las condiciones climáticas actuales dejaron de ser una amenaza para convertirse en una realidad en el caso del maíz. Ello ha generado una suba muy significativa en el precio, que contagia a la oleaginosa dado su rol como bien sustituto desde la producción (compiten por el uso de la tierra).

Para obtener una idea del avance de la comercialización tanto en la campaña 2010/11 con la nueva 2011/12, el cuadro de indicadores adjunto permite ver que del año comercial actual sólo resta vender medio millón de toneladas, que equivale a algo menos del 1% de la cosecha. Si bien este número está muy por debajo de lo que restaba comercializarse a esta altura de la campaña anterior (1,8 M Tm ó 3,25% de la cosecha), resta ponerle precio a una proporción mayor de lo cosechado. Mientras que a esta altura de la campaña anterior restaba fijar el precio del 8,5% de la cosecha (ó 4,7 M Tm), este año alcanza el 11,3% (ó 5,5 millones de toneladas).

El gráfico adjunto muestra justamente la evolución para estos dos años de las compras por fijar en relación a las compras totales semana por se-mana calendario (por lo que la cosecha comienza en la semana 14 que corresponde al mes de abril). Puede observarse que ya desde el mes de mayo la proporción de ventas a fijar decreció mucho más rápidamente en la campaña 2009/10 que en la campaña actual. A medida que se acerca el momento de comenzar la nueva campaña y dar esta por finalizada, este menor ritmo de fijación se traduce en una gran presión sobre los precios.

Para la nueva campaña también se comprueba una desaceleración en el ritmo de fijación, ya que sólo tienen precios firmes el 9% de la cosecha estimada, mientras que para la esta misma altura del año anterior ese guarismo totalizaba un 15%.

En cuanto a los precios escuchados en la semana en nuestro recinto, se mantuvieron en el rango de los $1230 y $1290. Los precios más altos se escucharon entre martes y miércoles, contagiados por las subas en Chicago ante las vicisitudes climáticas comentadas. Como viene ocurriendo últimamente, sólo cuando los precios se acercaron al nivel más alto dentro de este gap de precios se ve un mercado muy activo, con un importante volumen de concreción de negocios. Ello ocurrió especialmente el martes. El día jueves los precios se deslizaron un escalón más abajo, haciendo que el recinto estuviera mucho más tranquilo.

La estrella de la semana han sido sin duda los cereales, que mostraron importantes subas por los temores de una cosecha de maíz más ajustada de lo que se preveía y en el marco de la expectativa que genera el anuncio previsto para la próxima semana en referencia a la modificación del sistema de comercialización vigente. En este marco, la oleaginosa ha perdido de momento relativo protagonismo, aunque hoy por hoy la incertidumbre es alta ligada a lo que suceda con el clima en las próximas semanas.

Las subas se toman un respiro para cerrar el año

Al cierre de esta edición el 29 de diciembre, a pesar de que la soja cayó en dos de las tres jornadas analizadas (teniendo en cuenta que el lunes el mercado permaneció cerrado en Estados Unidos por los festejos de la Navidad), la semana termina con saldo positivo para la oleaginosa que culminó la semana anterior a 427,34 dólares por tonelada y cerró el jueves a 436,33 dólares por tonelada.

El gran impulso que mostraron los precios el día martes colocó la variación diaria en 13,50 dólares por tonelada, siendo éste el mayor aumento en una jornada desde mediado de octubre. Con esta suba, que representó además la octava rueda consecutiva de aumentos en Chicago, los precios tocaron su mayor nivel desde mediados de noviembre además de romper desde abajo la significante marca técnica de la media móvil a 50 días (la última vez que los precios habían superado este nivel fue a mediados de septiembre). Además, no sólo aumentaron los precios sino también el volumen de operaciones, que superó el promedio móvil de los últimos 30 y 250 días.

El principal motivo para el incremento de los precios son los temidos efectos del fenómeno La Niña sobre los cultivos en el hemisferio sur, ya que si bien aún no llega la época más crítica para determinar el rinde de la soja, la falta de lluvias de los últimos días sumada a las altas temperaturas han provocado una limitación en la humedad en los suelos que exige precipitaciones en el corto plazo.

Un segundo factor que colaboró para estimular el aumento provino del lado del comercio exterior ya que el USDA publicó las inspecciones de exportación semanales de soja, que alcanzaron los 38,244 millones de bushels. Este valor se encuentra por encima de las previsiones de entre 30 y 35 millones de los operadores, cuando en la mayoría de las últimas semanas el resultado había sido el opuesto.

Sin embargo, los dos días subsiguientes no permitieron sostener la mejora en los precios ante la toma de ganancias de los operadores de cara al fin de semana extendido (el próximo lunes tampoco habrá actividad en CBOT). Con ello en mente y cerrando el ejercicio calendario el mercado ha salido a calzar posiciones y realizar beneficios. Por su parte, esta decisión se ha visto reforzada por el fortalecimiento del dólar, la caída del petróleo y previsiones de algunas lluvias que si bien no serían suficientes al menos darían algún respiro en algunas zonas productivas de Brasil.

A pesar de este descanso que se ha dado el mercado terminando el año, hoy por hoy el foco sigue puesto sobre la ocurrencia o no de precipitaciones en América del Sur. De continuar las actuales condiciones secas es muy probable que la racha alcista se reanude, incluso a pesar de la incertidumbre económica que reina en el mundo cuyo eje gira fundamentalmente en los problemas de deuda de la eurozona.