Finanzas

Cuando el alza es el común denominador


Finalizó una semana cargada de noticias en el exterior que hicieron sentir sus cimbronazos en los mercados. Sin embargo, los mismos han superado el desafío, saliendo adelante con un esperanzador movimiento alcista.

En primer lugar, en las elecciones de mitad de mandato que se desarrollaron el día martes en Estados Unidos, consideradas la primera evaluación de la gestión Obama en las urnas, resultaron claros ganadores los republicanos, que vuelven a ganar espacio en la cámara de representantes. Los analistas entendieron la noticia como un redireccionamiento hacia una política económica más pro-mercado, impulsado la suba de los principales índices accionarios.

Al día siguiente, minutos después de las 14 horas, llegó el plato fuerte de la semana. Ben Bernanke -presidente de la FED- anunció que se realizaría una inyección de U$S 600.000 millones para destinarlos a la compra de Bonos del Tesoro, con el objetivo de repuntar el deprimido mercado laboral, donde el desempleo se mantiene cercano al nivel del 10%. La idea subyacente es que la mayor oferta monetaria permita mantener bajas las tasas de interés a largo plazo, favoreciendo el consumo de las familias y la toma de deuda por parte de las empresas, apostando a que la mayor inversión impulse las contrataciones de personal.

El problema fundamental es que, a diferencia de otras economías como la alemana, Estados Unidos no puede crecer por vía de incrementos en las exportaciones, pues la gran mayoría de los países receptores de sus productos no permiten la apreciación de sus monedas contra el dólar, restringiéndole avances en términos de competitividad. Esta compleja situación es la que se ha denominado "guerra de divisas", teniendo como protagonista al mundo emergente, y especialmente a China. Entre los países desarrollados, Alemania y Japón ya dejaron oír sus críticas a la inyección monetaria estadounidense, por considerarla un intento desleal de mantener artificialmente bajo el valor del dólar en relación a sus propias monedas. Sin embargo, para Estados Unidos los estímulos monetarios son casi la única alternativa posible, ya que se encuentra agotada la capacidad de la política fiscal para impulsar la economía (el déficit supera al 10% del PIB).

Los mercados del mundo valoraron el anuncio de inyección de liquidez como una medida muy positiva, al menos en el corto plazo, mostrando con ello fuertes ganancias.

Finalmente, para cerrar la semana, el día viernes se anunció en Estados Unidos un aumento de 151.000 puestos de trabajo en octubre, muy por encima de los 60.000 que esperaban los analistas.

Como balance semanal, más allá de algunas "tomas de ganancia" del día viernes, los índices accionarios más relevantes ostentaron importantes subas. El DJIA, por ejemplo, se expandió un 2,93% en la semana, llegando el viernes a tocar su valor máximo desde septiembre de 2008. Las bolsas europeas, por su parte, también tocaron máximos de siete meses. El FTSE100 subió el 3,52%, mientras que el DAX cerró la semana con un alza del 2,32%. En tanto, la suba semanal del Nikkei 225 asiático alcanzó el 4,6%.

El mercado local no estuvo exento del contexto internacional, llegando el día viernes a contabilizar nada menos que doce ruedas consecutivas de máximos históricos para su Índice Merval, tendencia que pudo incluso mantenerse el viernes pese a operar gran parte de la rueda por debajo del máximo alcanzado el día anterior.

Además del inmejorable contexto internacional, la caída del riesgo país y la suba de los términos del intercambio que otorga el creciente precio de la soja repercuten positivamente en el entusiasmo de los inversores, haciendo que en la semana el Merval registre un aumento del 11,47% entre puntas. El incandescente mercado local continúa con gran momentum y va por más.