Economía

El mercado del oro


La cantidad de oro que se extrajo a lo largo de la historia habría ascendido a 167.000 toneladas, de las cuales, por distintos motivos, se perdieron alrededor de 14.000. Restarían como existencia alrededor de 153.000 toneladas, que se podrían reunir en un cubo de 21 metros de arista. De este total, alrededor de 31.000 toneladas están en poder de los bancos y el resto, por 122.000 toneladas en objetos diversos, como joyas y otros usos industriales.

Según datos que tomamos de un Informe del UBS (Unión de Bancos Suizos), la oferta de oro evolucionó de la siguiente manera en los últimos años:

2006 3.556 toneladas

2007 3.473 toneladas

2008 3.509 toneladas

2009 e 3.763 toneladas

2010 e 3.660 toneladas

2011 e 3.580 toneladas

La demanda de oro ha evolucionado de la siguiente manera:

2006 3.394 toneladas

2007 3.549 toneladas

2008 3.789 toneladas

2009 e 3.825 toneladas

2010 e 3.720 toneladas

2011 e 3.685 toneladas

Como se puede deducir de la mencionada tabla de oferta y demanda, si en el año 2006 hubo un excedente de 162 toneladas, a partir del 2007 la demanda superó a la oferta en alrededor de 583 toneladas (teniendo en cuenta las estimaciones de los últimos tres años).

Si analizamos la oferta, veremos que la que se origina por la producción en las minas (descontado el Net Producer Hedging) fluctúa alrededor de los 2.200 toneladas. Para el corriente año se estima en 2.560 toneladas.

Es también importante el Old Gold Scrap que fluctúa alrededor de las 1.000 toneladas. Para el corriente año se estima en 1.020 toneladas.

La venta de los sectores oficiales fue de alrededor de 300 toneladas en los primeros años considerados. En los últimos no hubo ventas.

La demanda de oro estuvo representada en los últimos años por:

a)Alhajas y joyas: alrededor de 2.200 toneladas. Para el corriente año se estima en 2.350 toneladas.

b)Artículos industriales y dentales: alrededor de 450 toneladas. Para el corriente año se estima en 470 toneladas.

c)Barras y monedas: alrededor de 500 toneladas. Para el corriente año se estima en 415 toneladas.

d)Inversión neta: ha variado en los últimos años, llegándose en el 2009 a 1.180 toneladas y estimándose 450 toneladas para el corriente año.

Más allá que las mencionadas cifras pueden tener variaciones, lo que es real es que la oferta de oro, representada fundamentalmente por la producción minera, no puede sufrir, por lo menos en el corto plazo, una variación importante.

En cuanto a la demanda, la de alhajas y joyas tampoco puede registrar grandes variaciones, lo mismo la demanda industrial y dental como la de barras y monedas. La variación más importante está dada por la inversión neta. Ésta está determinada por la que realizan los bancos centrales de algunos países y por inversores privados. La inversión en oro monetario que es la que realizan los bancos centrales puede estar en 1% a 2% de sus tenencias que hemos estimados en 31.000 toneladas. Esta variación relativamente pequeña de las inversiones privadas es una de las características favorables que tuvo el oro, en el pasado, como base de un sistema monetario internacional.

Los principales productores de oro el año pasado (2010) fueron los siguientes:

China: 345 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 1.900 toneladas.

Australia: 255 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 7.300 toneladas.

Estados Unidos: 230 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 3.000 toneladas.

Rusia: 190 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 5.000 toneladas.

Sudáfrica: 190 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 6.000 toneladas.

Perú: 170 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 2.000 toneladas.

Indonesia: 120 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 3.000 toneladas.

Ghana: 100 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 1.400 toneladas.

Uzbekistán: 90 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 1.700 toneladas.

Canadá: 90 toneladas. Las reservas potenciales en minas son 990 toneladas.

Incluyendo otros países productores, el año pasado la producción mundial ascendió a 2.500 toneladas y las reservas potenciales en minas estarían en el orden de las 50.000 toneladas. Estos datos hay sido extraídos del informe sobre el oro del U.S. Geological Survey, Mineral Commodity Summaries, del mes de enero del corriente año.

¿Qué papel juega el oro en las finanzas internacionales?

Lo hemos manifestado en anteriores Semanarios: el oro es como un termómetro que nos muestra la fiebre inflacionaria del mundo. En la gráfica que se adjunta se puede ver la evolución de la cotización del oro desde 1960 hasta el presente. La gráfica que se encuentra más abajo (a) muestra la cotización a valores corrientes. La gráfica que esta más arriba (b) muestra la cotización del metal deflactada por el Índice de Precios al Consumidor en EE.UU y según el valor del oro en dólares de 2010.

La gráfica (a) muestra que desde 1960 hasta 1971 el oro se cotizó a una paridad de 35 dólares la onza, que era el precio fijado por la Reserva Federal de EE.UU. para la convertibilidad con los bancos centrales del mundo. A partir de agosto de ese último año, eliminada la convertibilidad, la cotización del oro comenzó a subir alcanzando el valor de 200 dólares la onza en 1975. En los años siguientes se produjo una baja, pero sobre finales de la década comenzó a subir alcanzando un valor de 850 dólares la onza en 1980. Posteriormente la cotización bajó hasta valores cercanos a los 300 dólares, fluctuando entre ese valor y 440 dólares en los años siguientes.

A partir de 2001 la cotización comenzó a subir rápidamente llegando en las últimas semanas a alrededor de 1.800 dólares la onza.

Si miramos la gráfica (b) que denota la cotización deflactada, veremos que el valor del oro desde 1960 hasta 1980 estuvo alrededor de los 250 dólares la onza y a partir de la eliminación de la convertibilidad, en 1971, comenzó a subir fuertemente hasta los 800 dólares en 1975. Desde allí registró una baja hasta los 400 dólares, y nuevamente una suba hasta un valor cercano a los 2.000 dólares en 1980. En los años siguientes cayó a un valor por debajo de 1.000 dólares la onza y con fluctuaciones hizo piso alrededor de los 400 dólares a principios de la primera década del siglo XXI.

Posteriormente, ambas curvas, la (a) y la (b) siguieron un derrotero muy estrecho. Esto último nos está mostrando la altísima correlación que tiene la cotización del metal con la inflación estadounidense.