El mercado mundial de trigo continúa mostrando cambios aunque en la semana que termina estuvo mayormente influenciado por el maíz.

Localmente, la actividad en el mercado es escasa. La industria de Rosario se retiró del mercado mientras que la exportación solo apareció esporádicamente.

La semana comenzó con ofertas por parte de un solo comprador para el cereal de la próxima cosecha, entrega en diciembre/enero, a u$s 160. Este valor está muy por debajo del valor teórico que se forma a partir del precio FOB.

El FOB mínimo oficial mostró una baja de u$s 2 esta semana, hasta los u$s 298 que se toman como base para determinar el FAS teórico que se podría pagar en el mercado para entrega inmediata y más diferida.

Partiendo de dicho valor el precio en el mercado interno debería estar en el orden de los $ 849 que se establecen como valor de mercado o u$s 213. Estos precios están por arriba de los valores ofrecidos por los compradores, mostrando nuevamente un descuento adicional en el mercado por la falta de competencia entre los demandantes y las limitaciones a las exportaciones.

Tanto la industria como los exportadores declaran compras del cereal de la próxima campaña. Los primeros solo compraron al 22/09 unas 17.300 tn respecto de las 67.700 tn del año pasado a la misma fecha, mientras que los segundos hasta el 29/09 declararon compras por 1,81 millones de tn frente a las 322.000 tn del 2009.

La exportación amplió el volumen de compras gracias al compromiso del gobierno de otorgar, con anticipación, autorizaciones de exportaciones del trigo 2010/11 por 3 millones de tn.

Sin embargo, del total mencionado a la fecha se estima otorgadas unas 1,91 millones aun cuando las mejores perspectivas sobre el cultivo proyectarían mejores exportaciones.

Esta semana, GEA emitió un informe ajustando al alza sus estimaciones de producción de trigo.

Se parte de un ajuste significativo en la superficie sembrada respecto de la estimación anterior, llegando a 4,25 millones de hectáreas la cobertura y representando un aumento del 30% respecto de la campaña precedente.

Con un escenario notablemente mejorado por las recientes lluvias, "se trabaja con un rango proyectado de producción que va de 10 a 11,5 millones de tn", señalaba el informe.

Los nuevos datos se incrementan respecto del reporte anterior aunque aún están por debajo de la estimación que realiza el USDA de 12 millones de tn para la producción argentina del cereal en el 2010/ 11.

Igualmente en todos los casos es mayor la cosecha para permitir un incremento en el remanente exportable que aumente la actividad del sector exportador.

Partiendo de una producción de 11 millones de tn, las exportaciones podrían ascender a 5 millones de tn y de esta forma superar las 3,5 millones de la presente campaña.

El volumen que se pronostica deberá tener como destino casi exclusivo Brasil, ya que en los últimos años absorbe el 90% de las exportaciones argentinas.

Se estima que nuestro vecino en la campaña 2010/11 deberá importar unas 5,3 millones de tn, un 10,47% por debajo del periodo anterior, según datos de la Conab, por la mejora en la producción.

La menor necesidad le permitirá a nuestro país colocar algunos excedentes fuera del Mercosur, ya que con destino a Brasil en los últimos años se encontró con la competencia de Uruguay y Paraguay para abastecerlo.

Una consultora brasileña estima que las importaciones pueden ser satisfechas en 1 millón de tn por Paraguay, en 1 millón por Uruguay y el resto por Argentina, sin necesidad de recurrir al cereal del hemisferio norte.

Con los actuales precios que se conocen en el mercado, los valores FOB de Argentina están en niveles superiores a los de los países vecinos y superando el precio FOB del Golfo de México.

De todas formas Argentina corre con ventajas dentro del Mercosur por el diferencial de flete y el arancel externo común, aunque los valores FOB locales contra el Golfo superan en u$s 18 al trigo blando y en u$s 9,80 al trigo duro.

La posibilidad que tiene nuestro país este año de exportar más dependerá de la demanda internacional que hoy está orientada al mercado estadounidense y francés por contar con valores más competitivos.

Igualmente la demanda de exportación se muestra tranquila ya que pagando u$s 170 obtiene el volumen necesario para ir acumulando frente a las pocas ventas externas.

Los escasos volúmenes generan temor sobre la reactivación del mercado antes del comienzo de la cosecha. Los productores temen que suceda lo del año anterior, había oferta pero la demanda estaba retirada ya que no podía exportar.